jueves, 23 de enero de 2014

SUEÑOS INSEPULTOS
Wilson A. Acosta S.

Hermano, No me mires
Con esos ojos húmedos
Tomados por el llanto
Y la tristeza

Sé muy bien que tus lágrimas
Nacieron del dolor
Que te causó la muerte de la rosa



Quiero que apartes de mí esa mirada…
¡Porque esa húmeda huella en tus ojos
Me toca el corazón y lo hace trizas!
Tus brazos y tus manos extendidos
Cual alas de un pájaro errabundo
Perdido entre las nubes del invierno
Tienen ansias de vida entre sus dedos

Traes gravadas de tu lejano ayer
Promesas denegadas y viejas añoranzas
En tus carnes desnudas…sobre tu alma rota

Hermano no llores sobre mí
Con ese llanto de rio desbordado
Ahíto de sueños incumplidos
Perdidos en los angostos caminos
Que un día transitaste en soledad

¿Abra un dolor tan fuerte como aquel
Que se adueñó de tus insomnes noches?
Te sientes infeliz, me dices entre lágrimas
Cuando la lluvia cae y tu dolor desliza
Tras las gotas que corren inocentes
Sobre el gris plomizo de la calle larga
Que tu pena desanda

Y te obligas a soñar sueños ajenos
Para huir de la horrible pesadilla
Que te provocan esos sueños tuyos
Que en mí reviven sueños insepultos…

Es por eso hermano que te pido
Que no marchites mi alma
Con tu mirada triste y derrotada

De tus ojos, seca la inútil lágrima
Y dame ¡Por Dios! una sonrisa
Es que el dolor solo desaparece
Cuando se va la vida.

Aparta pues de un tirón esa locura
Que la taimada lluvia puso adrede
Sobre la calle larga de tu desventura
Recuerda que el dolor ha de partir de tí
Sin demoras, solo en tiempo preciso

Cuando cierres tus ojos para siempre
No quedará ni un rastro del recuerdo
De la agonía de tu débil rosa…

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