miércoles, 11 de diciembre de 2019

AMÉRICA LATINA ESTÁ REVUELTA

WILSON A. ACOSTA S.

América Latina está revuelta. De oriente a poniente se siente el fragor de la contienda social. La tecnología introduce en nuestros hogares los acontecimientos en el momento exacto en que se van produciendo. Somos espectadores y a la vez partícipes emocionales de esos hechos que viven los pueblos hermanos de américa.

Nuestro país no se halla a salvo de esos sucesos. Hasta nosotros llegan esos motivos que son comunes en el área y que alimentan las protestas, la subversión y el desorden financiados por sectores poderosos. Hay quienes se han atrevido a hablar de posibles pobladas o desgracias mayores. Se entusiasman sectores locales que desesperan por la dilatada permanencia del partido de Juan Bosch en el poder.
Chile, Colombia, Brasil, Argentina, Ecuador, Nicaragua, Venezuela, Haití, se encuentran en permanente inestabilidad unos y ciertamente amenazados otros. En un abrir y cerrar de ojos, con sus respectivas peculiaridades, se asoma el fenómeno social en todos estos países. En Bolivia se ha dado una ruptura del orden constitucional, etapa que se suponía ya superada con la desaparición de la guerra fría y del “peligro comunista.”

El orden constitucional en Chile y en Colombia pende de un hilo. Haití es una tragedia que pende como espada de Damocles sobre nuestra nación.
Entre bastidores se comenta que el origen de todo aquello no es netamente espontaneo, que manos y cerebros ocultos alimentan este peligroso estado de cosas que ha envalentonado a la extrema derecha, poniendo en riesgo la precaria estabilidad democrática que con sus altas y sus bajas se ha establecido en nuestra región.

Hay quienes opinan que el siglo veintiuno inaugura un nuevo siclo para la historia de la humanidad, que la composición del poder económico entre las actuales potencias está definiendo el futuro globalizado que nos tocará vivir.
La República Popular de China en su meteórico avance va instalándose en el propio patio de la gran potencia del norte, esta, a su vez, ya prepara la ofensiva para detener dicha intromisión. Vivimos pues, bajo los designios de las grandes potencias que se reparten el dominio del mundo. La GeoPolítica se impone. El hermano mayor traza la ruta a seguir.

Nuestro país atraviesa hoy por una delicada situación, estamos frente a un complicado proceso electoral en que el órgano institucional que tiene la responsabilidad de dirigirlo es víctima de una política de descrédito con la finalidad aparente de dañar los comicios que tenemos a la puerta. La paz, el orden en nuestro país, dependerá del respeto y del grado de credibilidad que los partidos políticos y la sociedad civil profesen a las decisiones que habrá de evacuar la Junta Central Electoral en el cumplimiento de tan importante misión.


Pues ya se especula en los mentideros políticos, que está al asecho un pérfido caballo de Troya oculto en la barahúnda de la campaña que realizan los partidos políticos, haciendo presencia en las redes, difundiendo confusos mensajes, dispuesto a hacer abortar y hacer trizas sus resultados llevándose de encuentro la estabilidad la paz política y el progreso que hace tiempo transita la nación dominicana.

Para lograr superar los niveles de conflictos que haga posible el entendimiento en estos momentos de pasión partidaria y evitar grandes males a la nación, debemos apelar a la razón de los que nos dividen, a los responsables de la economía del país, a la sociedad civil y demás instituciones democráticas, para que unidos en un esfuerzo patriótico, acuerden… y liberen de posibles episodios trágicos al pueblo dominicano, que no merece más sufrimientos.


sábado, 13 de julio de 2019

FILOSOFANDO

Wilson A. Acosta S.

Ayer las rosas vistieron sus colores
Hoy solo quedan de ellas sus pétalos muertos
Y sus mórbidas espinas…
Mañana, no quedará memoria de mis rosas
El tiempo humillará su delicada fragancia

Porque el sueño que nos trajo la esperanza
Se transformó en horrible pesadilla
Es que debo salir a caminar a solas
Como lo hizo el sabio
A ver si inmerso en hondas reflexiones
hallo en la soledad y en el silencio
la verdad que se oculta…
¿Somos pavesas perdidas de un gran fuego?

Porque los números de DIOS son infalibles
Y aunque los hechos de sus manos son visibles
EL no permite que hurguen sus secretos
Se desvanecen los sueños así como se esfuma
En un cielo de azul la nube vagabunda…

Soñar es juventud… soñar es primavera…
El otoño contempla con tranquila indiferencia
Las hojas muertas barridas por la brisa
Que ayer rebozaban clorofila

¡Tantas hojas han muerto en el ir y venir
de su destino!… ¡desafiando la Fe!
Y así sepulto entre rosas y espinas
El cadáver sin dueño de los sueños
Se pierde en el olvido

La vida que nos toca es pasajera
Su breve tiempo nos sorprende y nos asusta
En su curso se atropellan los sueños obcecados
Bregando por vivir hasta que mueran…
6-25-2019

domingo, 26 de mayo de 2019




DESPÚES DE TU PARTIDA…
Wilson A. Acosta S
MADRE

Cuando partiste MADRE, se deshizo el castillo
Donde guardé las alegres historias
Inventadas por ti, adrede, dichas con mucho amor,
Con la esperanza de aliviar mi pena…Con la intención
De que comprenda lo que era inevitable.

Tranquila, resignada, preparaste tu espíritu
Despediste la tarde que también moría
Y en complicidad con la noche que nacía
Abordaste las alas del Ángel del Señor
Y te fuiste en silencio

Como se va el perfume de la rosa en el crepúsculo
Tras la armonía y tras la paz de los que esperan
Sobrevivir la muerte…


¡Cuando se cumple MADRE como tú cumpliste!…
No caben arrepentimientos ni tristezas
¿Qué más ha de esperar un alma buena?

Hoy desfilan ante mí esos recuerdos
Cuando aferrado a tu último suspiro
Derramé mi dolor incontenido
Sobre tu cuerpo inerte

Humedecí tus manos con mis lágrimas
Y en ese instante de aparente despedida
Susurraste un adiós que aún me intriga
Porque MADRE, no te has ido de mi vida

Las flores que hoy te traigo MADRE MÍA
Son hijas del coral que amaste tanto
Y las luces que vez alumbrando tu tumba
Es el reflejo del amor que el corazón derrama
Para a tu lado, COMO SIEMPRE,
Conmemorar tu día…
Mayo 25 2019.-




viernes, 1 de marzo de 2019

UNA ESTAMPA DEL SUR

Wilson A. Acosta S.

Amanecía, el sol de diciembre haraganeaba sobre la línea curva del lejano horizonte. El astro abría poco a poco su enorme ojo en una policromía de bellos colores anunciando su dilatada pero inminente aparición.
En esta época de invierno el sol se aleja de nosotros. Se tornan tibios sus rayos. Dando un corto respiro a la vida calurosa de nuestro sur profundo.

A Lolo Panchita, ese espectáculo de la naturaleza le parecía simplemente un saludo ya manido de todas las mañanas. Tan familiar le parecía, que podía ir indiferente por el camino, paso a paso, sin levantar siquiera la mirada hacia ese impresionante fenómeno. Pisaba las huellas que tantos coterraneos en el pasado estamparon sobre la faz del camino centenario, de la sección del Estero de Neiba, que lo conduciría sin lugar a errores a la misma puerta de su conuco.

Caminaba distraído, escupiendo sus escrúpulos con el resto de la mascá de tabaco fuerte sobre las piedras de blancura impecable. Asqueado ante el hedor de los restos putrefactos escapados al “colmillo” de los perros hambrientos en su loca pelea por el botín de la noche y de la madrugada recién pasadas. Todo eso y más, sin siquiera levantar la mirada para ver la definitiva aparición de la mágica lumbrera, que ya colgaba de los hilos invisibles del cielo iniciando su periplo obligado rumbo al meridiano.

Era una fresca mañana del mes de diciembre del año 1870, el camino se extendía bajo las ágiles zancadas del solitario caminante, recibiendo sobre su epidermis pedregosa las caricias de las rústicas chancletas que calzaba Lolo Panchita. Resulta que no era tan pesado el trayecto de su casa al conuco y para desentumir las piernas, decía al que le preguntaba, lo hacía siempre a pie.
Si de tanto andarlo Lolo Panchita podía hacer ese camino con los ojos vendados por qué dudar de su capacidad para distinguir el mugir de su escaso ganado aunque se hallase secuestrado en el potrero ajeno...

Fue por esa capacidad de la que él tanto se ufanaba que meses atrás pudo recuperar su toro tan preciado cuando la brisa le llevó a los oídos su lejano reclamo… Aquella vez, tuvo que blandir el afilado machete dispuesto a jugársela antes que degollaran su animal. Ahora, rememorando el pasado, se desplaza con los ojos bien abiertos, examinando ambos lados de la vereda, penetrando con agudeza el semi- obscuro que proyectan los cercanos matorrales, dispuesto a pagar con su vida la asechanza artera del furtivo ladrón.
¡Ladrones, abigeos y guerrilleros! ¡La mayoría de ellos guerreando sin saber el motivo esencial de aquella guerra! Tras un mísero botín que hurtaban a sus vecinos y hermanos ¡Sin miramiento!…Eran Hermanos, porque en ese extenso territorio de exigua cantidad de habitantes, en los tiempos de paz, todos vivian y comían juntos, como hermanos.
¡Cabrones, me las pagarán! Repetía a menudo Lolo Panchita…

Sus recuerdos se ven interrumpidos por el rítmico trotar del cuadrúpedo del compadre Tolo Mío, que como a él le nacieron los primeros pelos del bigote andando y desandando estos caminos solitarios. Con la esterilla, el aparejo y las árganas bien aseguradas por la cincha al cuerpo de su noble animal. Tolo Mío iba alegre como siempre, cantando las coplas y las mangulinas del momento desde la comodidad de su montura:

Murió colorao fue su destino
Préndanle una vela pa’ alumbra el camino
Murió colorao tan buen amigo
Pónganle sus lentes pa’ que vea el camino

Luego, el mutuo saludo de rigor: buenos días. Cómo le amanece. Que hay de nuevo. Vaya con Dios…
De repente “Tolo Mío” detiene la montura, como si olvidara algo importante, encarando con suma seriedad a su compadre le dice: compadre, tenga cuidado, no haga solo y a pie estos caminos que se han vuelto tan peligrosos, la guerrilla anda cerca, el hambre los acosa, antenoche sacrificaron parte de los chivos de Ma’ Teresa en Cachón Seco y no tardarán en aparecer por estos lugares. - Descuide, responde Lolo Panchita intrigado, si he de morir peleando lo haré solo, así he solucionado todos mis problemas… ¡Solo!-
Se vivian los días aciagos en que las guerrillas de Pablo Mamá y de Co azotaban con la maldad de un torbellino los patios y las cocinas de los ranchos en la región. Hasta han tratado de penetrar a su interior donde esconden sus dueños las gallinas los pavos y los chivos que les quedan.

Estos hombres bajan de la montaña protegidos por la obscuridad de la noche, urgidos por el hambre, puesto que a los montes de Panzo ya no les queda con que alimentarlos. En su huida, dejan muertos o heridos sobre el camino a alguno de sus miembros, perseguidos de cerca por una lluvia de plomo de las carabinas y revólveres de los “Sandolos” liderados por el mítico Solito de Vargas. Es que, “Cacoses y Sandolos” devastan la región, se persiguen y se odian a muerte…

La región padecía los seis años fatídicos que la empobrecieron hasta la miseria…Eran sus noches plagadas de fantasmas a lomo de mulos y caballos recorriendo caseríos, arrasando los conucos, descuartizando el ganado para llevarse las mejores carnes, dejando un reguero de viseras y restos de los animales sacrificados sobre el camino que los conducía desesperados a las alturas de las lomas de Panzo, bastión de la guerrilla azul
.
Los ancianos, las mujeres y los niños dentro de los ranchos, en ausencia de los maridos auxiliados por la rojiza luz de la lámpara ” jumiadora” o del “jacho de cuaba encendido,” temblando de miedo, contenido el llanto que se convertiría en gritos de desesperación e impotencia, cuando ya desaparecido el peligro, se disponían a constatar el daño irreparable que les dejaba la malvada guerrilla...
Ante toda esta desgraciada situación Lolo Panchita decidió permanecer en su hogar protegiendo su familia, cultivando su conuco, vigilando sus reses. No hizo caso a la insistencia del pariente Solito de Vargas invitándolo a participar en la guerrilla, ni contestó los mensajes insinuantes de Pablo o de Co enviados desde la montaña. Él ya había sufrido mucho a causa de la montonera: ¡Se acabó el guerrear!!

¡Al carajo con la velada amenaza que en el camino le acababa de informar su primo y compadre Tolo Mío!...
A Lolo Panchita lo sorprendió la noche tendido en su hamaca después de haber tenido un día de duro trabajo: Dio de comer a las gallinas, limpió la regola, deshojó los plátanos y los guineos, cerró los portillos de las empalizadas. Luego envainó el machete, lo encajó en las pajas del techo del bohío, comió frugalmente y se acostó cansado “a echar una pavita”

Cabalgando a horcajadas de la brisa nocturna viene desde los inexpugnables escondrijos del Memiso atravesando palmares y besando humedales un coro de voces aguardentosas con marimba con acordeón a ritmo de palos y de carabiné, como alentando a los que no muy lejos tras superar montes y cañadas ya estaban preparados para dar el asalto a la propiedad de Lolo Panchita.


Los facciosos agazapados en la cercanía contemplan una figura moviéndose alrededor del fogón del can situado en el medio del conuco:
Es Lolo Panchita que presiente lo peor, la obscuridad y el silencio avivan sus sentidos.
¡Condenado hombre! Exclamó un tal Baúl ¡Aún está en el conuco! ¡No nos deja otra opción! - ¡Él se lo buscó, tendremos que matarlo! Sentenció el famoso Llinito…

Mientras Lolo Panchita agonizaba tirado a un lado del camino aferrada su mano derecha a un machete ensangrentado, se le oyó repetir como si fuese un mantra su última amenaza.
¡Cabrones me las pagarán!
Como ironía macabra se amplificaban las voces del coro de la guerrilla roja festejando en el memiso. Se incrementaban los arpegios lúgubres del acordeón que parecía protestar por la injusta agonía de Lolo Panchita. El ronco sonido de la marimba semejaba los estertores de un ser moribundo. Clariiiito a pesar de la lejanía, se oía la canción en las voces borrachas con su cruel y definitivo mensaje que decia:

Déjense de habladurías- Que esto nadie lo sabe
Que si Ventura se embarca- Nos vamos pa’ onda Salnave.

Ventura me da chaqueta camisilla y panamá
Cómo no queré a Ventura si nos vuelve a goberná
Hermano de dónde vienes. Yo vengo de los cantones
De tirarle a los “Cacoses” balas sin comparaciones.

El cielo se forró de nubes, se hizo más negra la noche, los lamentos desgarradores de las viudas y de sus hijos despertaron a los moradores del caserío que dormía…la lluvia inició su descenso con furia desde las alturas. Se colmaron de agua los caminos, se alegraron los sembradíos. Al amanecer alguien alcanzó a ver a lo lejos la figura macabra del compadre Tolo Mío que colgaba del palo de baitoa en que solían dormir todas las gallinas del lugar. ¡UN AHORCADO!!! GRITÓ UNA MUJER MADRUGADORA.

El Estero de Neiba hogar de los Reyes y de los Vargas ahora cargaba con la vergonzosa cruz de las barbaridades de su hijo Luciano de Vargas alias Solito, fanático lugarteniente del presidente Báez inmerso entonces en lucha denodada e irracional por mantener el poder, ante el avance arrollador de la guerrilla de loa hermanos Ogando, de Pablo Ramírez, de José Maria Cabral y de tantos otros hijos de la región.

Solito ¿Cuándo te vas´?
Yo me voy de madrugá
Tengo unos amores nuevos
Y no los voy a dejá.

24-2-2019




jueves, 14 de febrero de 2019

A TI
W, A.A.S.

Pondré todo mi amor sobre tu pecho
Cual manojo de flores escogidas
Como ya es tarde y sé que estás dormida
Las dejaré muy quedo… en tal silencio
Que solo lo sabrá tu corazón
Cuando el dulce mensaje que hay en ellas
Llegue a tu nido, y te diga; ¡Hola amor!


Derramaré la miel de mis abejas
Sobre todo tu cuerpo si lo quieres
Olvidaré mis tristes pensamientos
Los dejaré tan lejos que ni el viento
De su exilio los hará volver

En el tibio refugio de tu seno
Recostaré con gozo mi cabeza
Y con temor a estropear el sueño
Contemplaré extasiado tu belleza

¡Oh amor que con tu amor me pagas!
Que en silente dación me haces la ofrenda
Del corazón y de tu alma buena
Olvidando el dolor de aquella herida

Quién pudiera otra vez prender la hoguera
Que mi insensata pasión hizo cenizas
Volcar en ella nuestras ramas secas
Y verla arder como esa vez primera!…

Wilson A. Acosta S. 9-1-2019