sábado, 13 de junio de 2015

POEMA 1
Wilson A. Acosta

Tengo MIEDO. No quiero recordarte.
Quiero tirar de mí los sucesos de todos
esos días innombrables.
Que acapararon todos mis sentidos.
Cuando yo solía amarte con dolorosa crueldad.
La violenta metáfora del poema que surgió
del pensamiento que dibujé en tu cuerpo.
Se escribió en papel de pasión.
Mojado en tinta de sudor y lágrimas.
Con letras ilegibles llenas de borraduras y de manchas.
Avergonzada mariposa que huyó de las rosas del jardín.
Refugiándose en tu pelo enmarañado.
Para no ser testigo del pecado original.
Concertado por los dos.
El Aleteo de terror del pájaro en su nido.
Que cerrando los ojos prefirió imaginar vivir un sueño.
Puso duro tapón a sus oídos. Para no oír tu queja.
Para no ser testigo vulnerable de tu entrega.
Quiero ocultar de mí aquellos episodios
cuando te sorprendió la verdad impresa.
En la hoja que guarda el misterio que da vida.
Que te advirtió sentenciosa: O te arrepientes con dolor
de haber querido O te aferras con amor a tu destino.
Con la tenacidad de una sanguijuela sedienta.
Tras la sangre de la carne mancillada.
Me sobrecoge el MIEDO de despertar las campanas.
Que una vez bulliciosas.
Denunciaron con notas graves las sabanas mojadas.
Que con alas maternas cubrieron el rubor de tu cuerpo tembloroso.
Rendido en holocausto. Temeroso. Grávido de pudor.
Entregado a un destino irrenunciable.
Aferrado a esas sábanas blancas y calladas, tibias y amorosas.
Con las huellas aun del carmín que brotó de tu flor.
Desnuda y deshojada. Con su rojo dolor. Desdiciendo su albura.
Vencida por la pasión… Definitivamente avergonzada…
Como aquel que comete una acción reprochable.
Donde quiera que estés. Yo sé muy bien que el tiempo
ha devorado con su olvido la herida…
Que cerró para siempre…
En cambio yo, sufro el delirio de tu ausencia.
Y me carcome el corazón el MIEDO…
Del recuerdo lejano que dejaste.
Como muda respuesta a mis interrogantes.
Que me persiguen…Y me castigan inclementes.