martes, 27 de noviembre de 2012


LA TRASCENDENCIA DE UN MOMENTO HISTÓRICO
Wilson A. Acosta S.

En su quehacer político el pueblo dominicano ha transitado un camino difícil. Tan difícil, que fácilmente haciendo un símil podríamos igualarlo con esas veredas muy estrechas, construidas por el constante arrastrarse de las iguanas que atravesaban los otrora tupidos montes secos de las inmediaciones de nuestro Neyba. Eran veredas bordeadas por cactus y guasabarales, que al internarte en ellas llegaba un momento en que te desorientabas por la cantidad de trillos que confluían y no conducían a ninguna otra parte que no fuesen las cuevas o guaridas de esos inofensivos reptiles. Dabas vueltas y más vueltas y las desandabas, en busca de una salida bajo la amenaza inminente de aquellos cactus y guasabarales, dispuestos a agredir en un segundo a cualquier mortal que tuviese el más leve roce con sus espinas. Así de complicado nuestro transito histórico…

Esta nación ha atravesado contra viento y marea caminos de dolor y sacrificios desde el mismo momento en que MELLA disparó su trabuco para comprometer “las vacilaciones”. Desde cuando el general Pedro Santana y sus acólitos prevalidos de su principalía en los triunfos obtenidos contra el ejército invasor haitiano, decidieron frustrar a punta de carabina y machete, el intento de elaborar una constitución liberal, que los constituyentes en la ciudad de San Cristóbal se empeñaban en dar a la naciente entidad política.

El famoso artículo 210 estupró ese hermoso intento. Por lo que a partir del 6 de noviembre del año 1844 se impuso a la nación que acababa de institucionalizarse, una sucesión de gobiernos dictatoriales y patriarcales que amparados a conveniencia en esa primera Ley Sustantiva, muy malograda, gobernaron casi todos a su discreción, siempre a espaldas de ella. Desconociendo leyes y derechos. Como pequeños sátrapas o tiranuelos. Con el pueblo dentro de un puño de hierro. Muchos de ellos excesivamente sanguinarios, que sacrificaron lo mejor de nuestros recursos humanos de la época. Esos hombres y esas mujeres que les enfrentaron sin miedo enamorados de un ideal liberal y republicano.

Bien lo dijo el Dr. Balaguer en uno de sus innumerables discursos “La Constitución vale tanto como un simple pedazo de papel, si no existe un gobierno que cumpla y haga respetar las leyes de la nación”. Paradójicamente sus primeros doce años de gobierno son un ejemplo triste de su propia afirmación porque durante ellos fueron muertos decenas de jóvenes constitucionalistas, se ejecutó a Caamaño y se conculcaron libertades; igual que como lo hizo Santana que llevó al paredón lo mejor de la juventud patriótica de su época, y como ha sido vocación de la mayoría de los gobernantes que nos hemos gastado en nuestro discurrir de vida institucional.

Aconteció que a partir de la separación de Haití se inició una lucha sorda por el poder entre los dirigentes de una misma clase social que no creyó nunca en la posibilidad de una república libre e independiente. Anulando la posibilidad del ideal Duartiano. Unos se querían españoles otros querían a Francia otros a los Estados Unidos de América, eso sí, siempre y cuando en la tratativa se les asegurara su gran tajada en ese nefasto negocio donde el objetivo primordial era vender la Patria para proteger sus intereses netamente personales.

En realidad el pueblo que en su inmensa mayoría era rural y analfabeta, no se hallaba en condición de discernir lo que más le convenía y se aferraba en su fanatismo a las adherencias de sus caudillos locales que carecían en su mayoría, igual que ellos, de la más mínima comprensión de la situación que se vivía. Solo había unidad en el momento de enfrentar al enemigo común y foráneo; actitud que tiene su explicación en los profundos sentimientos instintivos de amor por el terruño, por la seguridad de la familia, de la supervivencia como pueblo independiente con un destino y una historia común.

Es indiscutible que hubo un tiempo en que la vida del pueblo dominicano discurría entre fiestas, lidias de gallos, noches de velas o de velación y toques de palos; donde el revólver la carabina y el “machete gallito” dirimían los más simples diferendos familiares. En ese entonces, cualquiera de esos hombres que se entendiera más inteligente o más valiente que los demás, que poseyera cierta ascendencia o liderazgo, se hacía acompañar de varios amigos, se iba al monte, disparaban varios tiros, se pronunciaban contra el gobierno de turno, luego de ese ritual regresaba al poblado proclamándose “General.”

Eran “Generales de la manigua” machete al cinto. Calzados de Alpargatas,camisa y pantalón de " fuerte azul" raidos. Dando vivas a su revolución personal. Embriagados por la ignorancia. Investidos por sí mismos de poder sobre personas y propiedades.
. El Sur fue una cantera de generales de manigua…

Lo aclaramos, para así diferenciarlos de otros generales que ganaron sus charreteras militares en las guerras de la Independencia y de la Restauración a fuerza de bravura y patriotismo, aunque luego muchos de ellos pusieran toda esa fama y todo ese prestigio bien ganados al servicio de causas repudiables, que empañaron un tanto el brillo de sus medallas logradas en buena lid.

¡Así ha sucedido casi siempre!

¡Nuestro Sur fue cantera también de generales, de héroes anónimos, que ofrendaron sus vidas y sus bienes a la Patria!
Hace exactamente unos 169 años que los dominicanos nos separamos de Haití. Razones fundamentales nos separaban, por lo que nuestros abuelos decidieron tomar un camino propio, acorde a nuestras tradiciones, a nuestra herencia cultural y religiosa, y a nuestro idioma.

En el trayecto de nuestra vida republicana hemos cometido graves errores. Errores que nos han costado décadas de atraso de civilización y desarrollo. ¿No constituyó un grave error poner en manos del general Santana la revolución liberal del año 1857?

¿No fue una equivocación la negativa del Héroe de la Restauración a ejercer, apoyado en el pueblo con todo su prestigio, la presidencia de la república, permitiendo por consecuencia la toma del liderazgo del Partido Azul al general Ulises Heureaux?
Tambien resultó una tragedia que el pueblo dominicano negara en el año de 1924 sus votos al Prócer F.J. Peinado prefiriendo a un caudillo rural que retrotrajo al país a la locura caudillista y la corruptela que se pensaba ya rebasada.

El primer error trajo a Santana del exilio a la presidencia de la república, desde allí logró realizar su sueño anexionista. Fusilando en San Juan al Patricio Francisco del Rosario Sánchez.
El segundo error, el de Luperón, nos dio la dictadura sanguinaria de Lilis, que al decir de Federico Henríquez Gratereaux, al caer el dictador abatido a tiros en el 1899 se originó en el país un desorden que se le llamó la “Olla de Grillos” puesto que junto a él cayó todo el sistema económico y el orden público. Estado de cosas que se mantuvo hasta el año 1916.

El tercer error, el que se llevó a cabo en las elecciones del año 1924 nos regaló una feroz dictadura, la de Trujillo, que se inició en 1930, que se mantuvo 31 años humillando y asesinando la familia dominicana.

Después de la revuelta cívico militar del 1965 que trajo consigo la intervención Norteamericana que nos sobrevino como consecuencia del más grande y grave error cometido contra la nación al ser derrocado el gobierno democrático de Juan Bosch, hemos disfrutado con sus “altas y sus bajas” unas cinco décadas de paz que nos han permitido dar grandes pasos en la estabilidad política, construyendo y fortaleciendo el progreso económico de nuestra sociedad.
Lo más preciado hoy debe ser la continuidad de ese proceso. ¡Constituiría una fatalidad detenerlo!…

Los Amplios sectores organizados de nuestra sociedad comprometidos con la dignidad y el decoro de la nación están obligados a hacer luz en el camino que se obscurece.

Las fuerzas incontenibles del consumismo azotan las economías en el mundo. La acumulación de grandes capitales en pocas manos, el aumento de la pobreza, la corrupción, el crimen, el narco tráfico, los cambios profundos que han surgido como consecuencia de la desaparición de la Unión Soviética, el fracaso del comunismo, han echado al zafacón de la historia la lucha por la liberación nacional, y algunos de sus mayores exponentes se han dejado arrastrar miserablemente por la corrupción y el despilfarro, apareciendo sin ningún signo de rubor o vergüenza, disfrutando y exhibiendo fortunas imposibles de justificar.

Se están escuchando voces de confusión que auguran días de división entre hermanos que han olvidado reconciliarse en un momento histórico en que la unidad es fundamental.

Los caminos se estrechan y se vuelven peligrosos como si un ejército de cactus y de espinas acechara en la encrucijada compuesta por veredas de chivos o de iguanas, de las que una vez existieron en los campos del Sur.

No podemos ni debemos exponernos a merced de un nuevo error que podría ser el último y definitivo para el breve ensayo de democracia que iniciamos después de la muerte de Trujillo. Sería una equivocación imperdonable que echemos por el suelo el edificio que con tanto esfuerzo la nación ha ido levantando en todos estos años de lucha por la superación y por la democracia social que tanto anhelamos.

La competencia política debe realizarse dentro de un plano racional democrático, sobre todo civilizado. La barbarie y la incomprensión deben quedar en el pasado.

Es este el momento propicio para que juntos rindamos un homenaje de recordación al patricio JUAN PABLO DUARTE que nos legó el ideal que hoy aparentemente se olvida. Levantemos con humildad pero con decisión las Banderas de aquellos trinitarios gloriosos y celebremos todos sin distingos de colores los doscientos años del nacimiento del más grande de los dominicanos, inspirador y creador de nuestra nacionalidad, que se cumplirán este próximo veintiseis de enero del 2013.

lunes, 15 de octubre de 2012





NEYBA DESDE MI CORAZÓN
WILSON A. Acosta Sosa

Neyba labora como incansable abeja
En el verde corazón de su pequeño Valle
Luce cual Flor del Sol mojada en sus Marías
Abrevando en el frescor de sus Cachones
En el fuerte calor del medio día

.Neyba en sus prístinas alturas
Liba el néctar en flor del cafeto de Panzo
O hace ondas tras el lejano mar Caribe
Buscando con afán su ancestral Bahía


Neyba en la espada gloriosa de sus héroes
O en el fuego letal de su vieja artillería
Tronando en el febrero fecundo y milagroso
Dirigida por el valor y la destreza
De los Sosa, Los Tavera, de los Reyes
De los Sena y de Los Rodolí

Neyba, en las hojas inmarchitables de su historia
¡Como una rosa eterna!
En las nubes sin agua de sus cielos
Y en las hermosas lunas de sus noches
O en sus grandes estrellas

En las espinas de sus guasabarales
O en sus altos y verdes cayucales
Donde anidaron con amor los Ruiseñores
alimentados por el eterño Cardo Santo


NEYBA, recreando su epopeya mítica
Cuando el fervor por el terruño desbordaba
Con rojo purpura el nacimiento de la patria
En la Fuente bendita del Rodeo
Del tantas veces CAMBRONAL glorioso

Neyba en la enamorada y rítmica canción
De nuestro Bardo Apolo
En el sin par y hermoso soneto de Quinito
O en las alas del poema de Armadito

Neyba en la plenitud de sus calles anchas
En el fino polvo de su tierra blanca
Encaramada en los techos del bohío
Que acogió con su benigno abrigo
Sus primeras e inocentes esperanzas
Junto al fogón que alimentó sus críos

¡Oh Neyba!. Que en la pupila crecida de tu lago
Y en las cactáceas de sus islas soleadas
Viste escribir la historia de Enriquillo
Con arrojo con valor y gallardía

Neyba en la copla del inmortal Totoño
Que anduvo mil caminos y traspasó fronteras
Cantándole a la Patria y a la montonera

NEYBA, en la promesa de la presente juventud,
en el nuevo proyecto de la Patria
de Duarte, Luperón y de Caamaño

¡Neyba en febrero, Neyba en marzo,
Neyba en abril!¡NEYBA POR SIEMPRE,
EN EL TRABAJO QUE ENNOBLECE!
¡ TRAS EL PROGRESO,
EN EL CAMPO Y EN LA ESCUELA!

lunes, 24 de septiembre de 2012


LA REELECCIÓN:

UNA DECISIÓN QUE CAMBIÓ EL RUMBO POLÍTICO DEL PAÍS EN EL AÑO DE 1930

WILSON A. ACOSTA S.

Tanto nuestros historiadores como nuestros intelectuales del siglo recién pasado optaron por designar con el nombre de “Tercera República” al período histórico que se inicia con la inauguración del gobierno de Don Horacio Vásquez y su vicepresidente don Federico Velázquez el 12 de julio del año 1924. Este suceso marcó el termino del espacio de alrededor de ocho años de ignominioso gobierno militar norteamericano que vivió el país y que tuvo como punto de partida el desembarco de sus tropas el 29 de noviembre del 1916.


Su contendiente en esos comicios electorales fue el Licenciado Francisco J. Peinado, recio intelectual, postulado por “La Coalición Patriótica de Ciudadanos”, hombre de ideas democráticas, autor del “Plan de Evacuación de las tropas de ocupación”. Nacionalista y patriota, luchador incansable junto a otros no menos preclaros dominicanos de entonces por la liberación del yugo yanqui. Fue un verdadero prócer constitucionalista que se entregó en su momento en cuerpo y alma por la dignidad y los sagrados intereses de la Patria

Horacio Vásquez que tomó gran nombradía por su participación en el ajusticiamiento del dictador Lilis y que a partir de ese hecho fue tres veces presidente de la república ejerció considerable influencia por veinticinco o más años sobre nuestro pueblo, recibió de manos del gobierno interventor al decir de Víctor M. Medina Benet “ Un país relativamente prospero y un pueblo política y económicamente rejuvenecido y consciente de las bienaventuranzas del orden y de la disciplina como secuela de las duras pero fructíferas lecciones de la intervención militar” Su misión patriótica consistía pues, en conducir el país hacia la democracia y cerrar el camino al doloroso pasado.

Como dijo el Presidente Balaguer al entregar el gobierno al Dr. Leonel Fernández en el año de 1996, Horacio recibió de los Yanquis “Un avión listo para el despegue”. Pero en este caso que nos ocupa aparentemente similar, Horacio defraudó la confianza que el pueblo le depositó al favorecerlo con la mayoría de los votos electorales.

Poniendo por un momento a un lado el fardo de las humillaciones que ocasionó la ocupación extranjera a nuestra patria, los sufrimientos que padeció la familia dominicana, las persecuciones y muertes, es de justicia señalar, que a la par hubo también un beneficio material e institucional, pues estos interventores iniciaron la organización del Estado, desamaron y pacificaron la Nación y dieron comienzo a la construcción de las grandes vías terrestres que habrían de unir el territorio de nuestras regiones, es decir, a todo el territorio nacional,( proyectos que habían formado parte de los planes del gobierno del asesinado presidente Ramón Cáceres) Estas obras de infra-estructura, fundamentales para lograr la unidad de la Nación harían efectiva y oportuna la presencia del gobierno en cualquier parte del país a los fines de imponer su autoridad, de facilitar el comercio, la educación y la inter-relación entre los habitantes de las distintas provincias, cosas indispensables para su desarrollo económico.

Era pues de justicia, decimos, viendo aquellos eventos desde nuestra perspectiva actual, que el país comenzara a ser gobernado por aquellos que profesaban los principios republicanos constitucionalista y anti-caudillistas que enarbolaron en 1844 los Padres de la Patria, pero, el electorado prefirió a don Horacio.

Los dominicanos de ayer abrigaron la esperanza de que con la partida del invasor se iniciaría una etapa de paz de progreso y constitucionalismo, entendieron que no solo debíamos dejar atrás los días de la humillante corrupción, del conchoprimismo trágico y desorden que precedió a la muerte del presidente Ramón Cáceres en 1911 y que dio argumentos y motivos a los norteamericanos para llevar a cabo su intervención a los fines de proteger sus intereses.

No debemos olvidar que el providencialismo el autoritarismo y la corrupción fueron males que nacieron con la república y se adueñaron de la mentalidad atrasada de nuestra sociedad; se enraizó tanto ese mal, que aun en nuestros días nos obstaculiza el camino hacia un verdadero régimen de justicia y democracia social.
Desafortunadamente la oportunidad que depositó el destino sobre los hombros y la conciencia de este hombre amado por las mayorías para que se elevara ante la historia cumpliendo a cabalidad el sueño patrio de paz de orden de justicia y democracia, de respeto a la constitución del año 1924 que el juró cumplir y hacer cumplir, esa oportunidad sucumbió ante la ambición personal suya y del grupo de los malos políticos que lo aupaban abogando por el continuismo que representaba la permanencia de sus cuotas y privilegios de poder, sin prever quizás el giro fatal que su mala acción acarrearía como consecuencia casi inmediata sobre la suerte del país.

El primer error se cometió cuando ya la sociedad civil organizada representada en los partidos políticos hacía los primeros aprestos para participar en el torneo electoral de 1928. Fue una trama bien urdida contra el régimen de democracia que daba sus primeros pasos y contra las leyes fundamentales de la nación, esa trama se llamó: “LA PROLONGACIÓN DE PODERES” que consistía en prolongar en dos años el mandato constitucional de Horacio que expiraba en el 1928 bajo alegatos e interpretaciones legales deleznables. La consumación de este crimen de Lesa Patria marcó la vuelta al continuismo caudillista que el pueblo creyó haber superado.

El segundo fue más que un error un golpe mortal, lo asesto el movimiento reeleccionista del presidente y su claque: “! HORACIO O QUE ENTRE EL MAR! vociferaban esos malos dominicanos no conformes con los dos años que ilegal y arbitrariamente añadieron al período de cuatro años que tenía como término el año 1928, se preparaban con consignas, argumentos muy bien elaborados dirigidos al pueblo para fanatizarlo y crear el escenario que les permitiera quedarse en el poder en las elecciones del 1930 violando así el mandato constitucional de no reelección.

El malestar la indignación, por consiguiente la rebelión que esto provocó en la conciencia tanto del pueblo llano como de la clase política organizada fue tan grande que la conspiración toma cuerpo, y en Santiago de los Caballeros en cuya rica y progresista región se asentaba el fuerte de la incipiente burguesía que desde el año 1867 comienza a dar señales oponiéndose con vigor a las fuerzas retrógradas tradicionales, se forma el núcleo principal de la revuelta.

En las demás regiones se expresaba públicamente el descontento generalizado, pero Santiago prendió la tea revolucionaria que culminó más tarde con el golpe de estado.
Mientras que en los cuarteles, constituidos a hechura y semejanza de aquel ejercito que holló con sus botas nuestro suelo, se movía como un tigre al asecho un hombre con una desmedida ambición, seguro de su destino, esperando el momento propicio para asestar el zarpazo final. Ese hombre fue el General Rafael L. Trujillo. La fecha crucial para el histórico asalto seria aquel fatídico 23 de febrero del año 1930.

Así expresa Víctor M. Medina Benet la situación imperante luego que Horacio aceptara públicamente la reelección:
“Al aceptar la reelección en un manifiesto preñado de hipocresía y falsedad, aquel hombre había dicho que “la acepta como un deber, como mandato del pueblo” y que su “más alta ambición” era transferir el poder a otras manos como resultado del mandato del pueblo”
De la manera siguiente Medina Benet describe el sentimiento de frustración expresado por la prensa y diversas personalidades que condenaban el rumbo que tomaba el destino de la república:
“¡Guerra civil!” había pronosticado don Federico Velázquez
“Será necesario reunir fuerzas sobre naturales para hacer de la reelección un fracaso en 1930” fueron las palabras sentenciosas del diario La Opinión del 15 de sep. Del 1928”
“La reelección es una tendencia, peligrosa malsana y criminal” afirmó Vicini Burgos
“Sangre y Lágrimas” sentenció Jacinto de Castro, y se burlaron de él”.
La constitución de 1908 que yacia sin vida sin fuerza legal desde noviembre del 1916 debía ser reformada, modernizada, para entre otras innovaciones, crear la vicepresidencia de la república, reducir de seis a cuatro años el término del ejercicio presidencial; instituir el voto universal y erradicar la reelección presidencial que era posible bajo aquella constitución atrasada, ratificando en ella las disposiciones del Tratado de Evacuación que la prohibió en su articulado.
El tres de junio de 1924 se reunió la Asamblea Revisora cuyos delegados habían sido elegidos en las elecciones acabadas de celebrar en marzo pasado y en diez días evacuó la nueva constitución.

Esta fue la Constitución que el Presidente electo juró cumplir ante la Asamblea Nacional el día de su juramentación la cual fijaba en cuatro años el período presidencial y prohibía la reelección.
La verdad Jurídica es que las elecciones de 1924 se realizaron bajo el imperio del Tratado de Evacuación que se aceptó como ley sustantiva y que rigió desde el gobierno provisional de Vicini Burgos que duró de 1922 hasta la inauguración del gobierno de Horacio en julio de 1924.

En referencia al vulgar desconocimiento y flagrante violación a la constitucionalidad imperante en el país, que se produce para saciar bastardos intereses, El Listín Diario expreso categorimente el 10 de mayo de 1926 lo siguiente:” habíamos dejado de tener constitución política desde el punto y hora en que fuimos violentamente despojados por los Estados Unidos de Norte América de nuestra soberanía y nuestra independencia. No hubo desde entonces más constitución que la voluntad del gobierno militar”.

Por lo que es evidente que al los horacístas afirmar que las elecciones del año 1924 se efectuaron bajo el imperio de la constitución del 1908, solo para darle vigencia al continuismo y caudillismo político gobernante en ese momento, constituyó uno de los más graves errores de los tantos que se han cometido en la accidentada historia de esta Nación.

Por eso al fundamentarse bajo ese espurio predicamento la reelección del presidente Horacio Vásquez surgió la gran revuelta dirigida en Santiago por el Licenciado Rafael Estrella Ureña y el General Trujillo que fungía como jefe militar en la capital.
El 27 de febrero de 1930 El LISTIN DIARIO decía: “ayer en las primeras horas de la madrugada entraron a esta Capital las fuerzas revolucionarias que avanzaban sobre ella por la carretera Duarte…”

Era, que el golpe de estado al gobierno del Presidente Horacio Vásquez había sido consumado y el General Trujillo inmerso en el ojo de aquel huracán que él prácticamente dirigía ya movía los hilos de la próxima trama que lo elevaría por más de treinta años al poder omnímodo de la república dominicana.
El anciano presidente, impotente y enfermo, con su decisión de reelegirse había cambiado el rumbo político del país que debió esperar treinta y un años para reencausar su camino hacia la democracia.


CONFESIÓN
W. Acosta Sosa
Te lo diré al oído, sí, te lo diré muy quedo
Para que nadie pueda al escucharlo
Descifrar el rumor de lo prohibido
De lo que yo disfruto en soledad
Soñándome contigo

Te contaré la historia del astro solitario
Que se apagó la noche del tormento bajo el oscuro cielo
Sin lunas, sin luciérnagas, sin palabras ni estrellas
Abrazando con fe la loca desnudez de mis recuerdos
Confesándome huérfano de tus amores
Anclado en el deseo de tu cuerpo tenue, hermoso
De tus cabellos rizos como ondas marinas
Siempre atado a la escalera de tus besos
Soñándome contigo

Que nadie sepa nada
Que no asome a tu boca la palabra
Que contamine este secreto nuestro
Que oculte tu corazón el sentimiento
Cuando el rumor de mi voz llegue a tu oído
Y te llene de ese amor que haz descreído
Y sepas del dolor que yo he sufrido
Aquella negra noche de tormento
Soñándome contigo

Antes que se recoja el obscuro pañuelo
de esta madrugada y un rayito de sol,
dorado, tibio, pregone sus colores en tu pelo
Antes de eso, quiero vivir la quimera de tus besos
La ilusión de tus brazos atándose a mi cuello
Te pido por favor que no destroces
Las transparencias de esos ojos buenos
Perdidos en la ruta de la noche
En busca de las huellas de tu alma

Te pido por favor no abandones el sueño
Que despierto yo he vivido en este mundo
De mudas confesiones y de recuerdos tristes…
Después sumiso, sin ocultar el rostro
Aunque ya no te importe
Cuando muera la noche
Cegada por la luz del sol naciente
Te contaré la historia
Aunque ya no lo quieras
Te la diré al oído tozudo como siempre
Para que nadie sepa ni sospeche
¡Cuanto yo te he soñado!


miércoles, 15 de agosto de 2012



HE DE VOLVER
W.A.A.S.

Quién desterró por siempre la tristeza
En tu largo camino hacia el calvario
Es que hay hombres que siembran sus raíces
En la tierra sin nombre
jugando un poco a Dios

Para volver a nacer al paso de los siglos
Aferrado a la luz de la esperanza
Y volver a sonreír a la mañana
Cuando sus piernas y sus brazos se sacudan,
Del polvo de aquel viejo cansancio,
Que despierta el bostezo del sol al levantarse


Soy parte de ese fugaz roció que circula
En los colores de la luz madrugadora
Con la humedad de sus gotas multiformes
Para brindar amor a manos llenas

Vivo tambien en esos rayos mágicos
Que veloces transitan las cósmicas distancias
Para llenar de vida la faz de este planeta
Solo por puro amor

Por qué esas lágrimas, si la palabra sabia
Que se incubó en mi voz ya te había dicho
la verdad de la vida y de la muerte

No permitas que el viento te arrebate
Del corazón el nido, donde tu Dios ampara
El polen de tus flores y el alma de tus rosas

Perdida quedará por siempre tu sonrisa
Si hundieses en el sueño su memoria
Mas, cuando en la fosa ocultes tu presencia
Antes no olvides, que ha de llegar el día
Cuando regreses, triunfante de la muerte
A desmentir su credo y a confirmar la vida.

lunes, 13 de agosto de 2012



EN EL CEMENTERIO DE MI PUEBLO
Al alma de mi Padre
W.A.A.S.-

No imaginé tan cruel y despiadada
La tierra seca de tu cementerio
Hasta que ayer deposité en tu lecho
Una flor del jardín que frecuentabas
Cuando vivías feliz entre nosotros

Este encuentro contigo me estremece
Ante el misterio de lo desconocido
Descubrir que las hojas siempre mueren
Aunque la lluvia se caiga a raudales
Sobre esta tierra repartiendo vida
Desde ese cielo tan alto y oprimido.

Porque nadie puede detener el viento
ni recoger la leche derramada, fue que
tu alma blanca claudicó al reclamo
del destino inexorable que no cede

Al contemplarte en soledad y desamparo,
Inmóvil y resignada, como un Angel
En el lienzo de un genial artista
No pude más que trémulo decirte:
¿Por qué descansas tan cercano al sol?

Sus rayos reverberan, sobre
las grises y solitarias tumbas
Construidas de piedra y de cemento
Que custodian las viejas osamentas,
que un día, al polvo volverán


¡Pobres difuntos que ansiosos solo esperan
por las oscuras sombras de la noche
para librarse del severo castigo
de esa lámpara encendida de calor!

Ahora tú yaces sobre la tierra blanca
Desnuda de arboles, carente de verdor
Tú que dejaste frondas y colores
Y que pintaste en vida ruiseñores
En los hermosos y húmedos caminos
Aliviando de los tuyos el dolor

Tú que colmaste los espacios de tu casa
Ofrendando madrigales a tus rosas
Alimentando sus raíces con tu amor
¡Pero es tan frágil y sensible la vida!

¡Pobre alma mia! Tan sola y tan perdida,
Bajo la hierba seca
En este terraplén desguarnecida,
Si yo pudiera te rescataría
Pero la Parca te golpeó a traición

Rodaste fulminada y al instante
La tierra hambrienta distendió sus fauces
Y en su rapto te hizo prisionera
¡Oh alma mía, del mítico Seol!


sábado, 14 de julio de 2012


. Juan de Dios de Vargas

Wilson A. Acosta S.

Siempre oí a mi padre hablar con orgullo de la familia
“de Vargas”, originaria de Azua. Así lo afirmaba él.
Azua,ciudad cabecera de aquella grande y antigua é histórica provincia del mismo nombre, que comprendía entonces más allá de sus límites actuales, el territorio de todas estas otras provincias que hoy comparten el Sur profundo.

Según sus relatos ésta familia poseyó sus fundos entre El Cachón Seco, El Memiso y El Estero de la Común de Neiba.´ Aseguraba mi padre, haber escuchado de su abuelo y de su padre el episodio en que perdió la vida Juan de Dios de Vargas en los tiempos de la lucha patriótica contra la anexión de la república, convertida por la consumación de este desgraciado acontecimiento en una provincia de España.

Juan de Dios de Vargas, hermano de su bisabuelo Julián de Vargas progenitor de Teresa de Vargas Chanlatte, quien casó con Juan Antonio Acosta Pérez, procreando una familia de trece miembros, entre ellos, Evaristo Acosta Vargas y Rafaela Acosta Vargas, el primero su padre y la segunda madre de mi abuela materna Patria María Leyba. Tanto se insistió en la historia que despertó en mí más que curiosidad, un profundo y real interés por develar el oculto motivo, de la que según su criterio fue una inmerecida y triste suerte que tronchó la vida al lejano pariente.

Evidentemente víctima de la irracionalidad y torpeza de una inhumana decisión hija de las pasiones desbordadas de la época.

El fusilamiento criminal de Juan de Dios de Vargas, me decia con vehemencia, se sumó a la lista de los tantos errores que restaron adhesiones y ocasionaron arrepentimiento de familias enteras, que en principio apoyaron la causa de la Patria en nuestro lejano Sur.

De no ser por los testimonios escritos encontrados en mi detenida investigación, que al rastrear los hechos históricos fueron dándole fundamento y veracidad a la tradición oral de la familia, hubiésemos creído que se trataba de un mito. De una de esas historias hijas de la fantasía, hilvanadas por el sentimiento primario familiar, en una de esas noches llenas de misterios y memorias ancestrales, en la obscura aldea, junto a leños encendidos del enorme fogón, donde se hervía el aromático café, cosechado en las cumbres de Panzo, costumbre que nuestros antepasados trajeron desde el viejo mundo en su repleta alforja cultural.

Me inspiró incredulidad aquella parte de la historia que aseguraba que Juan de Dios de Vargas protestó con valor contra la injusta sentencia y ofreció a cambio de su vida ”pagar su peso en oro” convencido de que el oro era el interés primordial de sus acusadores y por tanto de la condena sumaria e inapelable que pendía sobre él.
¿Tendría visus de realidad la posibilidad de aquel pariente de mi padre para pagar un gran rescate en oro a cambio de su vida?

Luego comprendí, que su posición económica y sus posesiones agrícolas, le perdieron ante la codicia de sus verdugos. Éstos lo despojaron de sus bienes materiales y también le arrebataron la vida. Su cercana parentela con el Prócer Coronel Matías de Vargas también le perjudicó.
Don Sócrates Nolasco, uno de los grandes comentadores de la historia que ha parido el Sur, biógrafo y defensor a ultranza del General Pedro Florentino no pudo callar el crimen que conmovió la sociedad en aquellos días aciagos y trata de justificarlo dando como ciertas las falaces acusaciones presentadas en su contra por Florentino y Ángel Félix (Liberata) señalándolo como simpatizante pro-español, y en su afán de presentar a Florentino como un calumniado llega a afirmar que “Vicente el Neibano”, otra de sus víctimas fusilado en Azua tras juicio sumario, sin aporte de pruebas, sin derecho a defensa pero con una larga hoja de servicios prestados a la patria que le avalaba como ciudadano ejemplar y Juan de Dios de Vargas, perseguido y apresado en Neiba y luego conducido a San Juan por el Coronel Manuel Félix (a) Cabuya, eran una misma persona, arguyendo que ¡los enemigos de Florentino lo convirtieron en dos para aumentarles los muertos al General.!

No existe memoria oral ni escrita que insinúe siquiera a Juan de Dios de Vargas como apodado” Vicente el Neibano” , si así hubiese sido, su familia que a través del tiempo y las generaciones sucesivas mantuvo vivo su recuerdo junto al repudio y la indignación por el crimen perpetrado en su contra, lo hubiera confirmado. Lo que sí es cierto “que a partir de mil ochocientos sesenta y tres aparecían hombres de un patriotismo enfermo cuya pasión fanática hizo que muchos llegaran a lamentables excesos invocando la causa de la Patria”.

Pero nosotros sí hemos encontrado un contundente mentís para esta farsa en la propia obra titulada: “EL General Pedro Florentino y un Momento de la Restauración”. En la página ciento sesenta y nueve bajo las declaraciones de María Josefa Sánchez, viuda del General Zoilo Mesa, fechada en San Juan el 29 de marzo del 1938: sic.” que cuando él (Florentino) dejó a San Juan y cuando ocuparon esta población fuerzas españolas, fusiló o hizo fusilar a numerosos prisioneros entre los cuales había un Neybero por cuyo rescate enviaron dinero.
Pedro Florentino tomó el dinero y ordenó sin embargo que fusilaran al prisionero así como a los demás en la “Urca” lugar que dista dos o tres kilómetros de San Juan”. Entre estos infortunados prisioneros se hallaba Juan de Dios de Vargas cuya familia cumplía la promesa héchale a sus captores canjeando su vida por oro.
Está históricamente establecido que “Vicente el Neibano” fue fusilado en Azua bajo la protesta del Prócer General Dionisio Reyes que entendió de lo injusta de la condena, además, porque este hombre que era uno de sus compañeros, que permanentemente se jugaba la vida junto a él en los campos de batallas desde 1844, no era un traidor. En cambio Juan De Dios De Vargas, víctima de robos y marotas, en sus posesiones de Neiba por protestar dichos abusos fue acusado de colaborador con los españoles. Acusado y apresado por Manuel Félix (Cabuya) y conducido por él desde Neiba a San Juan por ante Pedro Florentino.

La familia “de Vargas “, pertenece a la leyenda. Así lo atestiguan sus méritos adquiridos en buena lid. Su protagonismo en los hechos y acontecimientos bélicos que afianzaron la creación de la República. Su participación relevante en las luchas partidarias a favor del caudillo rojo buenaventura Báez a cuya bandera y liderazgo se aferró coherente hasta el final de la carrera política del líder al término de la gran guerra de los seis años que devastó al suroeste del país en fiera lucha fratricida. Su participación positiva a favor de la revolución liberal y progresista del Cibao en el 1857.
Su férrea oposición y repudio permanente al General Pedro Santana que tuvo su máxima expresión en el levantamiento revolucionario del Coronel Matías de Vargas en Azua en el año 1859 alzamiento revolucionario que acabó en forma trágica con el fusilamiento del Coronel Matías de Vargas y algunos de sus familiares y amigos, al no producirse las adhesiones esperadas de las fuerzas anti-santanistas y anti- anexionistas, debido a los celos de los caudillos de la zona, que aunque afines a la causa se disputaban el protagonismo político y militar.
Como un ejemplo de lo antes dicho, veamos al general Pedro Florentino que no obstante ser seguidor de Báez, enemigo acérrimo de Santana, que lo acusó tantas veces de apoyar las marotas de sonsaca y pro-haitiano...Más, su ambición no le permitió aceptar que otro dirigiera o iniciara la rebelión contra Santana y sus planes de anexión.

Matías de Vargas, que pagó con su vida su oposición a Santana y a sus planes de anexión fue también un soldado de febrero que recorrió los caminos del Sur desde Azua hasta Neiba, San Juan y Las Matas, El Cercado y todo el litoral fronterizo en los afanes de la Patria por su independencia. Esta familia víctima de los desafueros de Santana fue luego victima de Pedro Florentino el implacable perseguidor de sus enemigos personales o políticos.

Creo importante consignar aquí, que en su trabajo de investigación histórica publicado en el Boletín General de la Nación de enero-abril del año 1944 ´no.32-33 titulado “Mención de Próceres de la Restauración “, Luis E. Alemar dice lo siguiente al referirse al Coronel Matías de Vargas: “estuvo en la batalla de azua en 1844 y tomó parte en casi todas las campañas del Sur contra las huestes invasoras haitianas, con el grado de Teniente Coronel. Para enero del 1846, era Comandante de Armas de la Común de Neiba. Alcanzó el grado de General “. pg., 141.

En la guerra restauradora se dio una situación muy particular. Algunos Generales Jefes actuaban de manera independiente. No obedecían al mando unificado de la revolución. Otros además practicaban el pillaje y el bandolerismo. Un ejemplo de esto lo vemos cuando el General Luperón después de ser nombrado Jefe de las Operaciones del Sur decide enviar al Coronel Tiburcio o Norberto con cinco compañías a Bonao. Estando ya en Bonao el Coronel Tiburcio llega el General Perico Salcedo confinado por “turbulento, arbitrario, desobediente y bandido”.

Se une al Coronel Tiburcio que ignoraba la condición de castigo de ese General. Al otro día ya unido a la tropa le dijo al Coronel Tiburcio: “Usted es Coronel, pero yo soy General y soy quien debe mandar la tropa. De aquí en adelante, todos los que encontremos son españoles, es decir enemigos, a quienes debemos matar confiscando sus intereses! Conmigo el pillaje es libre! Y a los que se opongan los fusilo, porque estamos haciendo patria y con algo debemos recompensar nuestro trabajo y sufrimientos”. La tropa lo vitoreó y el Coronel Tiburcio quedo relevado del mando.

Igual, Pedro Florentino sembró el terror en el sur, ordenó y ejerció el pillaje y fusiló a amigos y enemigos. Acusó a sus enemigos personales y a sus adversarios políticos de pro-españoles. Desacreditó con sus acciones la causa restauradora en todo el Sur por lo que sus hazañas guerreras frente a las huestes españolas perdieron el brillo y el reconocimiento que hubiesen merecido ante sus contemporáneos y ante la posteridad. El fue de los que confundió la sangrienta campaña de la restauración con otra de las tantas guerras y rebatiñas civiles que destrozaban el país.

Es indudable que Pedro Florentino y Aniceto Martínez junto a otros importantes jefes del Baecismo iniciaron en el Sur la revelión contra la anexión a España llamando y poniendo sobre las armas las reservas de las guerras por la independencia en Neyba, Barahona, San Juan, El Cercado, Las Matas de Farfán y demás poblaciones fronterizas y en una brillante carrera de triunfos tomaron a Azua llegando hasta San Cristóbal. No obstante, en una actitud de vacilación inexplicable decidieron no seguir hasta la capital dando oportunidad a las fuerzas contrarias para reponerse de la sorpresa, organizarse y propinarle una derrota definitiva.

De acuerdo con lo expresado por Sócrates Nolasco en su obra citada precedentemente “Florentino no se pudo reponer de esa derrota, convirtiéndose en un ser amargado, alcohólico, dedicándose a las más inicuas tropelías contra los indefensos pobladores del Sur proclamándose el Rey Cristóbal de Haití”…..” Ciego de fanatismo, su furor fue temido de los adversarios y de los pacíficos ciudadanos. El espanto y el hambre fueron señores de la comarca.”
Y prosigue el historiador” El General Pedro Florentino tiene dos historias, en principio yo solo conocía la historia negra”….

El Sur estaba ya cansado de soportar a Pedro Florentino que sembraba el terror por donde quiera que pasaba”... Él, que había conocido momentos de gloria liderando la guerra restauradora.
Él, que ya antes había rendido su cuota de sacrificio en las batallas libradas a partir de febrero del 1844 por la separación. Este hombre fue repudiado y abandonado, perdiendo el favor y la admiración de sus compañeros de armas por su final comportamiento indigno y cruel en complicidad con el asesino de su propio hijo Capitán Santo Domingo Florentino, acogiéndolo a su lado, no obstante la sangre derramada, como amigo y lugarteniente.

En la página no.170 de su obra “El General Pedro Florentino un Momento de la Restauración” Don Sócrates Nolasco anota lo siguiente:” el matador del Capitán Santo Domingo, afirma el restaurador Gregorio Félix fue el Coronel Cabuya, primo del General Ángel Félix y familiar del mismo Gregorio Félix que sirvió a sus ordenes durante la Restauración y que era miembro de la misma familia. A otras personas les he oído decir que Cabuya dio muerte al hijo del general Florentino y que éste era tan desnaturalizado que después de eso lo tomó junto a él en la guerra contra España”. Sic

El señor Rosendo Prevost con 96 años de edad en entrevista dada a S. Nolasco el 28 de marzo del 1938, dice, fragmento:” Luis Ernesto Florentino le pregunta. ¿Qué parentesco tenemos con el General Florentino? resp. ¿Qué Florentino? ¿El malo ese que me mandó preso a Santiago y quiso matar a mi padre y por el que tuvimos que irnos a Cuba? ¡Ningún parentesco!”

Fue en ese momento de la historia de nuestro país que las fuerzas comandadas en el Sur por el General Florentino se llenaron de descrédito tanto en Bani como en Azua, en Neiba y en San Juan, estremeciendo de horror la población con el fusilamiento de muchos de sus mejores hijos entre ellos Juan de Dios de Vargas, que protestó y repudió aquellos actos cometidos por fuerzas derrotadas y deshonradas “que creían tener derecho para arrebatar y arrebataban Arreando reses ajenas hacia la frontera agenciándose recursos mediante actos indecorosos”……

Tras la comprobación de la ocurrencia de estos actos a Florentino se le destituyó del mando del Ejército del Sur. Lo sucedió en el puesto el General Juan de Jesús Salcedo. Luego, el general Ramón Matías Mella pasó al Sur y posesionó al general Manuel María Castillo en su lugar. Florentino se refugió en Haití donde murió asesinado por uno de sus antiguos compañeros de armas: el Coronel Juan Rondón.
Toda la memoria histórica que hemos consultado coincide en afirmar que Juan de Dios de Vargas era un Neybero de prestigio, con una gran posición económica, dueño de crianzas en los sitios comuneros del Memiso y El Estero. Que su casa fue refugio para el necesitado. Respetado...Representativo de la región. Patriota y político, que accionó junto a su ilustre pariente Matías de Vargas heredando de él las buenas y malas querencias de amigos y enemigos.
Juan de Dios de Vargas participó en la batalla de cambronal junto al General Francisco Sosa. Apoyó la revolución liberal y progresista del Cibao en 1857. Como político obediente firmó el pronunciamiento de Neiba, a favor del gobierno provisional que presidiría Santana, del 1ero de agosto del año1858. Participó en la revuelta de Azua y más tarde al ser sofocada la rebelión del General Domingo Ramírez, Jefe de los Ejércitos de la Frontera Sur para 1860´, le fue conmutada la pena de muerte, que se le impuso por su participación en las rebeliones en contra de Santana, por la de cinco años de prisión y la prohibición perpetua de vivir en la provincia de Azua. “Acto de benevolencia política” que practicaba Santana después de aplastar inmisericorde a sus enemigos.

Dicen que Juan de Dios de Vargas aceptó resignado el confinamiento…..Tomando el viejo camino que conduce al Cibao por San José de Ocoa en pos de preservar su vida y esperar el momento propicio para su regreso y su activa inserción en la lucha contra Santana y los españoles. puesto que, como es sabido el movimiento restaurador fue sustentado fundamentalmente sobre la base del Baecismo en toda la geografía sureña. Estos, unidos a los Santanistas arrepentidos y al grupo de los ideales de la pura y simple, el Partido Febrerista de Duarte, Sánchez y Mella, enfrentaron a las huestes españolas y al ejército de criollos fieles seguidores de Santana.

OBRAS CONSULTADAS:
1.- El General Pedro Florentino y un momento de la Restauración. De Sócrates Nolasco
2.-Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos´. Gral. Gregorio Luperón
´3.- Anexión y Guerra de Santo Domingo. Gral. José de la Gándara
4.-Historia de la Dominación y Última Guerra de España. Ramón González Tablas
5.- Historia de la Restauración. Pedro Archambault.
6,-Documentos para la Historia de la Rep. Dom. E. Rodríguez Demorizi vol.2
7.- La Guerra de la Restauración. Juan Bosch.
8.- Santana y los Poetas de su Tiempo. E. Demorizi.
9.- Gregorio Luperón Biografía Política, Hugo Tolentino Dipp.
10.- Pablo Mamá. Freddy Prestol Castillo.
11.- La Evolución Histórica de Barahona. José Robert
12.- Boletín del Archivo General de la Nación. Num.32-33
Edición Conmemorativa. 1844-1944.
13.- Historia emocional de Neiba. A. Sosa Ley

domingo, 24 de junio de 2012


LOS HÉROES DE ABRIL
(Un joven apodado “Pichano”)
Wilson A. Acosta S.


Me impactó, no lo puedo negar, la afirmación hecha por un afamado columnista de un prestigioso diario de nuestro país, cuando expresa, que la guerra de abril del año 1965 es la que más héroes ha tenido. Lo dijo de tal manera, que pude entender el sarcasmo implícito en la frase, además, por lo impropio y desproporcionada de la comparación, al escribir que, “ni la guerra de Normandía tuvo tantos”

Me detuve en la lectura de su columna decidido a someter al análisis imparcial su afirmación, pues en no pocas ocasiones me asaltó también la idea del afán de muchos, algunos con legítimo derecho, otros fabulando, empeñados en construir sus héroes preferidos y convenientes, elaborando historias poco creíbles de aquel magno aconteciniento.

Resulta que nuestro país ocupa 48ooo kilómetros cuadrados de una pequeña isla que comparte con la hermana república de Haití. En nuestro territorio nacional para Abril del 1965 habría alrededor de cinco a seis millones de habitantes donde una gran parte, como en todos los países en vía de desarrollo, se concentra en la capital y sus alrededores; razón por lo que no hay una familia del interior del país que no tenga una numerosa parentela en esa enorme urbe, hoy dividida por su inmenso crecimiento en dos entidades: La Provincia de Santo Domingo Este, y la Capital de la República propiamente dicha.

La guerra de abril en su primera etapa fue una lucha entre hermanos que no rebasó los límites de la capital. Se luchaba por la constitucionalidad perdida el 25 de septiembre del 1963 asaltada por un golpe de estado retrógrado, que derrocó al gobierno electo el 20 de diciembre del 1962 después de más de 30 años de dictadura Trujillista; no obstante, la invasión de la armada norteamericana convirtió esa querella interna en una jornada patriótica.

Hubo miles de muertos, heridos o mutilados, tantos, que no ha sido posible dar un número exacto. Eso sí, podemos decir sin lugar a equivocaciones que no hay un solo dominicano que no pueda contar con uno o más miembros de su familia caído o herido en el enfrentamiento del pueblo contra las fuerzas del CEFA o por las balas asesinas yanquis, o al menos uno que no haya permanecido en los días aciagos, como un acto de identificación y de respaldo militante con la causa, en la zona famosa de Ciudad nueva, donde se acantonó el reducto de las fuerzas constitucionalistas dispuestos a vender cara sus vidas frente al invasor que permanentemente les acosaba.

Entonces deduzco que hurgando esos antecedentes, podríamos encontrar la razón de aquel fenómeno que asombra al columnista, puesto que dada la pequeña geografía del país y sus pocos habitantes, todos de una manera u otra nos vimos involucrados, muchos personalmente, y otros tantos emocional o familiarmente, en el hecho histórico del sesenta y cinco.

Terminada la guerra, la categoría de héroe fue disputada por oportunistas que avizoraron en ella una forma expedita de ascenso social y económico. Estos han abultado la ya enorme lista de personas que hicieron y aún hacen turno exigiendo premios y reconocimientos por sus “méritos y sus sacrificios”. Este es un fenómeno humano, que no solo se ha dado en nuestro país, tengo entendido que tiene un carácter universal.

En abril se cavaron muchas fosas para dar sepultura a los muertos anónimos caídos por la libertad, por la democracia, por la vuelta a la constitucionalidad ¡SI, ESTOS SON MÁRTIRES!
Gran parte de la alta oficialidad y decenas de oficiales de menor rángo, suboficiales y rasos de las gloriosas fuerzas armadas dominicanas comandaron la rebelión del pueblo en armas !SI, ESTOS SON HÉROES!

Todos estos muertos llenaron de cruces los cementerios del Sur del Norte, del este y del Oeste dominicano, pero tambien llenaron de dolor y lágrimas los corazones y los ojos de miles de madres dominicanas que perdieron sus hijos enfrentados por la patria en dos bandos que parecían irreconciliables.

La sangre generosa derramada en ese abril, en ese junio y ese julio del año 1965, reclama hoy desde la tumba la vuelta a los principios olvidados, derrotados por el neoliberalismo, por el individualismo, que han obnubilado la mente y el corazón de nuestros actuales líderes políticos, perdidos en una orgía de poder y de ansias desmedidas de riquezas materiales

Quiera Dios que cada uno de los diez millones de habitantes que hoy posee nuestra nación pudieran convertirse en héroes y para ello pusieran en práctica el decálogo si existiese, contentivo de las cualidades ciudadanas, del amor al prójimo, del desinterés personal, del patriotismo, que obliga a practicar a todo aquel que decide convertirse en héroe ¡Pero en héroe de verdad!

Si eso se pudiera lograr, qué distinta fuera la historia que comenzáramos a contar desde ahora a las presentes y futuras generaciones!
Así no se hablaría como desde hace años se viene comentando de lo inútil que resultó aquel sacrificio, tan cercano en el tiempo, que aún están vivitos y coleando gran parte de los protagonistas de ambos lados, muchos victoriosos navegando sobre la cresta de las olas del oportunismo con las insignias de su heroicidad en la frente, otros anclados en el pasado pagando el precio de su apego a los principios que una vez enarbolaron, y en los que todavía creen a fe ciega.

Terminado el conflicto bélico, el país intervenido, a pesar de la cruel persecución a que fue sometida la juventud comprometida con los ideales constitucionalistas se vivía en permanente estado de protesta en contra de la intervención foránea que frustró la vuelta al gobierno que añorábamos, pues nos dio libertad y democracia en sus breves siete meses de existencia……….

En uno de esos días de incertidumbre, en que los dominicanos percibíamos el sonido de las botas extranjeras detrás de nuestras sombras, alguien llega a nuestra residencia en la Bolívar no.12 portando una triste noticia: “hace pocos minutos un militar norteamericano le arrebató la vida de varios perdigonazos a un joven de nuestra región que podía ser nuestro pariente”………

Éramos estudiantes y vivíamos en la residencia del Coronel Constitucionalista Armando Sosa Leyba, hermano de nuestra madre. La noticia iba dirigida a él………….

Aconteció que el joven asesinado era oriundo de Villa Jaragua. Su nombre Feliciano Matos (Pichano) hijo de la señora Octavia Matos (Mama) y de Bolívar Acosta o Hernández Acosta ¿Motivo de la muerte? Ese día, la soldadesca interventora obligaba a los ciudadanos a recoger la basura de las calles, luego de una agitada jornada de protestas patrióticas.

Pero Pichano se rebeló………. No aceptó tal humillación…. A sabiendas de que la otra opción que se le ofrecía era la muerte………

Allí se desangró Pichano,en una de nuestras calles,la de ElConde, en la ciudad más vieja del nuevo mundo, recostado de un contén, porque los homicidas no permitieron que se le prestara auxilio…
Después hubo editoriales exaltando el valor y el estoicismo de este joven anónimo que prefirió la muerte antes que aceptar la humillación a que pretendía el intruso someterlo.

Se publicó tambien una secuencia de tres fotografias que recogian su trágica y lenta agonia.....Estas, dieron la vuelta al pais y al mundo recogidas en las páginas del Listín Diario....

¿No es un mártir digno de recordación aquel joven hijo de JARAGUA? Su acto de virilidad y patriotismo le ha dado categoría de ejemplo para las generaciones por venir.

lunes, 28 de mayo de 2012


UNA REFLEXIÓN TRAS LAS ELECCIONES DEL 20 DE MAYO
Wilson A. Acosta Sosa


Nuestro país acaba de salir airoso de una prueba importante con la culminación de las elecciones presidenciales que cada cuatro años la constitución le impone al ejercicio democrático de la nación a los fines de renovar sus gobernantes.

Haciendo galas de una madures indiscutible en el quehacer ciudadano, nuestro gran pueblo, escogió con libérrima voluntad al ciudadano presidente que ha de conducir en lo adelante los destinos nacionales, derecho conquistado a base de luchas y sacrificios increíbles.

La conclusión de este concierto cívico constituye una inequívoca demostración del avance que se ha operado en la conciencia ciudadana de nuestros hombres y mujeres, que han sabido exigir con valor en su momento, todos esos legítimos derechos que les son inherentes como personas, como entes de la sociedad, aún con las armas en las manos cuando le fue necesario.

Así lo podemos afirmar a través del discurrir histórico, tanto, que al decir de muchos entendidos, esa conciencia adquirida por la ciudadanía a superado con creces en sinceridad y patriotismo el muchas veces egoísta comportamiento de una gran parte de la clase dirigente, que se aposenta cual ave carroñera en los distintos partidos políticos y otras instituciones civiles, convertidos en muro de contención o valladar. para desde allí, frustrar los anhelos de ese pueblo que espera impaciente una acción dirigida al adecentamiento institucional, al planteamiento serio de los proyectos desarrollistas que resuelvan en plazos consensuados esos fundamentales problemas soportados por todos desde hace muchísimo tiempo, y que son la causa real del estancamiento de nuestra economía agrícola, del abandono del campo por centenares de familias cansadas, sumidas en el más cruel desamparo, viviendo en cordones de miseria en las grandes ciudades, ignoradas por las instituciones creadas precisamente para ampararlas, para proporcionarles educación, salud, medios para subsistir en forma digna, conduciéndolas tras la edificación de un futuro mejor para sí y para su descendencia.

Al ser decapitada la dictadura de Trujillo el 30 de mayo del año 1961 el enorme patrimonio que nos dejó en heredad, adquirido por el régimen a lo largo de sus treinta años de acumulación de riquezas, fue asaltado de manera inmisericorde por aquellos “anti trujillistas de hojalata” que tomaron ese botín constituido entre otros bienes por más de treinta y cinco empresas, y lejos de resarcir al pueblo en sus carencias, dándole un uso correcto e invertirlo en la zapata para iniciar el desarrollo económico social esperado, solo pensaron en sus intereses.

Estos aparentes paladines de la libertad, echando a un lado la causa del pueblo, develaron el real motivo de su “anti trujillismo” subyacente en su íntima intención, disponiendo a su antojo con la voracidad acumulada por mucho tiempo, de la propiedad pública, adquiriéndola a precio de” vaca muerta.”
Es obvio que estamos transitando por caminos cuyos indicadores y logros nos dicen que nuestros líderes de hoy van afinando con el interés de la población.

Ahora bien, no se ha llegado hasta ahí por una vía expedita. Al contrario, los dominicanos superamos ayer grandes tragedias entre las que contamos el golpe de estado contra el gobierno de Juan Bosch que trajo por consecuencia la reacción del pueblo con el estallido revolucionario de abril del año 1965 y la inmediata intervención militar del imperialismo con la excusa de evitar otra Cuba en el Caribe, luego, los doce años del gobierno dictatorial de Balaguer en el que se conculcaron derechos fundamentales, escenificándose una persecución sangrienta contra las fuerzas sociales que dirigieron y apoyaron la revolución, fuerzas sociales que lo enfrentaron, llevando ellas la peor parte en esa guerra desigual.

Es todo lo antes dicho, sólo una muestra tangible de los azares que hubieron de ser superados por los dominicanos para llegar sanos y salvos hasta coronar el presente.

En este contexto, después de haber finiquitado el período de los doce años del Doctor Joaquín Balaguer se inicia el gobierno perredeista en 1978 encabezado por Don Antonio Guzmán que trajo la democracia, abrió las puertas del país a los expulsos, inaugurando una época de libertades públicas sin igual, caracterizada en especial por el respeto a los derechos de todos los dominicanos.

En 1982 adviene el gobierno del Doctor Jorge Blanco a quien sucede el Doctor Balaguer en 1986 electo por tres períodos más (doce Años) que fueron reducidos en dos años en su último período, mediante un artículo transitorio incluido en la reforma constitucional, estrenando entonces un ejercicio de gobierno ejemplar democrático y civil, muy distante del de los doce años anteriores.

Al término de ese mandato, aparece en el firmamento político el triunfo de la estrella morada del Partido de la Liberación Dominicana con el Doctor Leonel Fernández a la cabeza, electo presidente para el período 1996-2000.

En el año 2000, surge de las urnas nuevamente un gobierno del Partido Revolucionario Dominicano presidido por el Ingeniero Hipólito Mejía hasta el año 2004.

El pacto llevado a cabo en el 1996 por los dos viejos líderes del país, trajo por consecuencia el nacimiento de una nueva era.
Sí, aquel gran pacto histórico entre Juan Bosch y el Doctor Balaguer, cuando levantaron la mano del entonces candidato del PLD Doctor Leonel Fernández disputando en una segunda vuelta la presidencia de la nación al Doctor José Francisco Peña Gómez del PRD, abrió un nuevo y auspicioso camino al desarrollo de nuestra democracia política económica y social.

Ese pacto introdujo un excelente elemento de unidad entre fuerzas tan disímiles del panorama político, dando como resultado el triunfo de un gobernante joven sin compromisos con el pasado, intelectualmente preparado, de ideas frescas y progresistas, actualizado en las teorías modernas del estado, honesto, lleno de buenas intenciones, respaldado por las mayorías del pueblo dominicano, cualidades que le concitó el entusiasmo y la integración de una juventud otrora indiferente a las lides de la política nacional.

Ahora, el 16 de agosto próximo, concluirá el tercer mandato constitucional del Doctor Leonel Fernández Reyna, este se despide del poder con grandes logros que exhibir, con un futuro político esperándole. Gozando de plena madures física e intelectual, y como es lógico pensar, con una inmensa experiencia de estado.
El País se prepara con la mirada puesta en el futuro, a recibir al nuevo presidente Licenciado Danilo Medina Sánchez, que en todo el trayecto de la larga campaña electoral ha esbozado un serio programa de cara al desarrollo del país que pondrá al gobierno, como tiene que ser, al servicio de los más pobres y necesitados.
Auto proclamándose discípulo fiel de las enseñanzas y postulados de Bosch, prometiendo luchar contra la corrupción, actuar sin arrogancias, con humildad, porque según sus propias palabras: “LA POLÍTICA NO TIENE SENTIDO SI NO ES PARA SERVIR”.

Estamos conscientes de que aún persiste como un licio dejado por una vieja herida, que traumatizó fuertemente el camino recorrido por nuestra sociedad en estos últimos cincuenta años de relativa democracia: el temor a ser defraudado.

El síndrome de la inconformidad, del acecho, de la creencia a priori en el engaño, que no ha podido superarse definitivamente porque todavía persisten, se mueven en el ambiente elementos del viejo quehacer político del tiempo aquel, cuando se burlaba la expresión popular, se inducia y se obligaba el voto, ya sea comprando las ignaras y débiles conciencias, implantando la opresión o el chantaje.

Pienso que los habitantes del Sur profundo de la república, que vivimos día a día tropezando con las casi perdidas esperanzas, debemos dar suma importancia al hecho de que Danilo Medina es un hombre oriundo de nuestra región, conocedor de los ancestrales problemas de nuestra pobre geografía, profesional de la economía, con unas ansias de bien gobernar para su país que se traduce de su emotiva pero bien ponderada promesa de campaña; promesa, que a partir del próximo 16 de agosto tendrá él ocasión de plasmar a todo lo largo de los cuatro años de su periodo constitucional.

Nuestra región muestra especial interés en dos grandes proyectos de obras de infra-estructura que si se lograsen, darian un giro de ciento ochenta grados a su lento y pobre peregrinar hacia el desarrollo; estas obras son:LA PRESA DE MONTE GRANDE y la carretera que por la provincia de San Juan una al SUR con el CIBAO.

Por lo que hemos de esperar con fe, sin impacientarnos, sus ejecutorias a favor de estas huérfanas y olvidadas comunidades del Suroeste, ocasión en que él deberá, para nuestra satisfacción: CORREGIR LO QUE ESTÁ MAL Y HACER LO QUE NUNCA SE HA HECHO.



martes, 22 de mayo de 2012



MÁS ALLÁ DE JUAN DE DIOS DE VARGAS
WILSON A Acosta S.
No es lo mismo conducir un pueblo hacia su liberación de un régimen oprobioso despótico y foráneo, como fue el caso de nuestra separación del pueblo haitiano, que enfrentarlo a un proceso de cambios de conquistas políticas y sociales.

Las masas actúan siempre empujadas por la mera necesidad de suplir o saciar necesidades imperiosas, pero estos cambios a que aludimos solo pueden ser posibles con el surgimiento de la conciencia burguesa, con su concepto de clase ya definido, con su papel establecido en el esquema económico de la sociedad, actuando en la búsqueda de la dirección y detentación del poder que ha permanecido en manos de una clase o sector social atrasada, con la clara idea de forjar un estado nacional progresista e independiente que desarrolle su economía y proteja sus intereses de las demás fuerzas que le adversen.

Fue por eso que ante el inminente estado de descalabro y ruina económica de que era víctima la pequeña y débil burguesía del Cibao, malestar originado por la corrupción y la emisión indiscriminada de papel moneda que se dio en el régimen de Buenaventura Báez, la ciudad de Santiago se levanto en armas el 7 de julio del año1857 apoyada por toda la región, acatando el llamado hecho por el general José Desiderio Valverde, por Benigno Filomeno de Rojas, Pedro Francisco Bono, Ulises Francisco Espaillat entre otros prominentes ciudadanos.

Báez había sustituido al efímero gobierno del general Manuel de Regla Mota que a su vez sustituyó al general Santana, que fue acusado de mala administración y expulsado del país por el gobierno de Buenaventura Báez que se inauguró con muy buenos auspicios, por lo que fue bautizado como “El Régimen de la evolución”, para luego degenerar en un régimen corrupto que llevó a la quiebra a los sectores productivos de la nación provocando su justa reacción.
Este movimiento cívico armado conocido como La Revolución Liberal del Cibao, constituyó la primera acción de envergadura de corte liberal realizada por nuestra incipiente burguesía nacional desde 1844 en defensa de sus intereses, su primer y serio intento por tomar y detentar el poder político de la nación. No obstante, debemos señalar que el poder político económico militar para la época era cautivo de dos figuras conservadoras y antinacionales que se disputaron el poder desde el nacimiento de la república, que gozaron del favor ciego de las masas mayoritarias del pueblo, situación que se mantuvo hasta la muerte del primero ya convertida la Patria en una provincia de España y el derrocamiento del segundo tras una cruenta guerra fratricida que duró seis años de intensa devastación y dolor para la región Sur; nos referimos a PEDRO SANTANA Y A BUENAVENTURA BÁEZ.

Ante esta verdad de a puños, los nuevos revolucionarios se vieron obligados a solicitar ayuda a Pedro Santana que se hallaba exiliado y a sus partidarios quienes aceptaron, haciendo votos de patriotismo, jurando respeto a la constitución liberar que había promulgado en la ciudad de Moca el gobierno de la revolución el 19 de febrero del año 1858, jurando igualmente sumisión al gobierno instaurado en la ciudad de Santiago presidido por el General José Desiderio Valverde y Benigno Filomeno de Rojas. El movimiento se propagó por toda la república, apoyado en el Sur por los Santanistas que se hallaban eufóricos por el regreso de su líder, por algunos sectores del Baecismo y por los hombres en los cuales aún vibraba el ideal de aquellos” jóvenes ilusos” que fundaron la sociedad LATRINITARIA.
Está demás consignar que Santana, aclamado y respaldado por sus seguidores hizo su entrada triunfal a la capital luego de vencer la defensa de los seguidores del Baecismo que resistió por meses a los revolucionarios, se posesionó de la ciudad y ya el 27 de julio del año 1858 desconocía el gobierno del Cibao poniendo en vigencia mediante un simple decreto la despótica y conservadora constitución del año 1854 iniciando un régimen de persecución opresión y fusilamientos contra todo aquel que no comulgara con sus planes antinacionales anexionista, en especial contra los partidarios de su archí-enemigo Buenaventura Báez, llevando al ánimo de los dominicanos tal frustración que por doquier podía oírse murmurar la frase de que“ Más vale darse al Diablo que ser gobernado por los Santanistas”.

Una de las primeras protestas ante todos estos desmanes fue el alzamiento en armas de Matías de Vargas en Azua que fue cruelmente sofocado por las fuerzas gobiernistas, fusilados sumariamente Matías y uno de sus hermanos de nombre Juan Luis de Vargas entre otros revolucionarios.
También fueron apresados y ultrajados los ancianos padres de la familia de los de Vargas.
El general Domingo Ramírez que para la época desempeñaba el cargo de Jefe de las Fronteras del Sur ya había sido denunciado ante Santana como conspirador y contrario a sus planes, poco después inició junto a Fernando Tavera, a Morillo, y a Juan de Dios de Vargas entre otros lideres la rebelión en el Sur, apoderándose de Las Matas de Farfán, de Neyba, del Cercado, siendo después desalojados y vencidos por los Generales Eusebio Puello y Lorenzo de Sena.

Una de las medidas tomadas de entre tantas que dictaminó el concejo de guerra que juzgó sumariamente a todos los revolucionarios que fueron capturados como a los que lograron huir, (estos últimos declarados prófugos), fue la conmutación de la pena de muerte a Juan de Dios de Vargas por la de cinco años de prisión y la prohibición a perpetuidad de residir en la provincia de Azua.
Este digno hijo de Neyba, fue luego victima de las acciones cobardes perpetradas por el general Pedro Florentino en la época de su traumática decadencia en la guerra de la Restauración ( 1863 ) ,fusilado por él, cuando huía derrotado por las fuerzas dominico-españolas hacia Haití, tras los hechos bochornosos de La Urca en San Juan de la Maguana. Triste destino de aquella familia de patriotas, víctima de los bajos instintos que predominaron en muchos de los actores de esos hechos desgraciados, en cuya participación solo buscaban el desorden y el provecho personal, exigiendo dinero a cambio de la vida de los familiares de aquellos infortunados sureños cuyo único delito fue el de no apoyar y repudiar sus acciones vandálicas.
Es por eso que sólo cuando hace su aparición en el año 1864 el prestigioso general Cabral en el escenario de la guerra restauradora, en la región renace el entusiasmo, se unifica el mando del Sur y se unen a las filas patrióticas aquellos guerreros que fueron llamados “Santanistas arrepentidos” que se habían mantenido al margen de los acontecimientos hasta ese momento; derrotan a los españoles en La Canela, marchan sobre la capital, destituyen el gobierno restaurador de Santiago presidido por Pedro Antonio Pimentel y se proclama presidente al general Cabral.
Para esa época Cabral aún era Baecista, por lo que con esa acción preparaba el camino de su jefe político para su regreso al poder.
Constituyó una trágica farsa el juicio sumario que ordenó los fusilamientos de Francisco del Rosario Sánchez y sus veinte compañeros en San Juan de la Maguana en 1861, acusados entre otras cosas infamantes de pro-haitiano cuando en realidad estos lideraban un movimiento patriótico anti anexionista que contó con el apoyo y simpatía de la mayoría de los viejos soldados del Sur que en el pasado libraron las grandes batallas por la separación, que derramaron su generosa sangre, que vieron caer bajo el fuego enemigo a sus familiares y amigos en su empeño por liberar la patria, mientras muchos que no conocieron el campo de batalla permanecieron en la ciudad de Santo Domingo lejos del fragor de la guerra, disputándose la hegemonía del futuro gobierno de la nueva república que estaba siendo fraguada por la resistencia heroica de los Tavera, de los Ramírez, de los Sosa, los Reyes, los Cabral, los Alcántara, comandando una pléyade de hombres ejemplares de esta región. Pues es indudable, que sobre la responsabilidad y valentía del ejército del Sur y de sus sufridas familias recayó el principal aporte hecho por los dominicanos a esa gesta nacional.

¿Cómo dudar del patriotismo de aquellos soldados de la frontera Sur, si en sus hogares, en sus hijos, sus mujeres y su heredad llevaban impresos el estigma de los 22 años de dominación haitiana y del atropello sin límites de sus tropas en retirada tras las derrotas propinadas por nuestros guerreros en la guerra de la Separación?

ES tan grande el infundio, que al ser publicado el trabajo histórico titulado RAMÓN MELLA de la autoría de Manuel de Jesús Galván en el Boletín del Archivo General de la Nación de Enero-Abril del 1944 no.32-33 en que el autor se refiere al levantamiento de 1858 en contra del gobierno de Santana, movimiento liderado por Domingo Ramírez, Fernando Tavera ,Valentín Alcántara, etc.. señalándolo como una acción a favor de los intereses haitianos, el director del Boletín a la sazón Don Emilio Rodríguez Demorizi hace justicia al patriotismo de estos hombres en un llamado al pié de la página donde afirma de manera categórica: sic.” No a favor de los haitianos, sino en contra de Santana”.

Eran las poderosas fuerzas de buenaventura Báez en el Sur, enfrentando la feroz persecución de Santana unidas al clamor del sentimiento anti anexionista que ya iniciaba su movilización en todo el territorio nacional.
No se debe olvidar que Santana y los suyos acusaron al patricio Francisco del Rosario Sánchez de pro-haitiano y con ese estigma intentaron y lograron por un momento el descredito de su movimiento liberador, viéndose el patricio obligado a explicar a sus compatriotas en su célebre discurso al pie del cadalso, las razones imperiosas por las cuales entraba al país por territorio haitiano.

El anti haitianismo de Santana fue un sentimiento extremo que sobrepasaba el ideal separatista. Contrariando ese sentimiento extremo han sucedido acontecimientos en nuestra historia en que sectores de ambos pueblos se unieron y se apoyaron por causas comunes, como en el 1843 cuando La Reforma, en la Guerra por la Restauración donde el apoyo del pueblo haitiano fue manifiesto, en los seis años de lucha interna contra Báez, en la Revolución de Abril del 1965. Resulta injusto pues, llamar o acusar de traidores a Sánchez y sus compañeros por el concurso que le prestara el gobierno de Haití, porque es obvio que ellos no venían contra su Patria sino contra Santana y su proyecto de anexión.
Santana y sus adherentes llamaron intencionalmente “invasión haitiana” a la patriótica expedición de Sánchez y Cabral. Con los fusilamientos de San Juan se inicia en el país la triste paz de los cementerios, tomando vigor ya sin obstáculos el plan que motorizó todos estos desmanes: el proyecto ya consumado de anexión del país a España.

Los hombres que fundaron la sociedad secreta de “La Trinitaria” no fueron anti haitianos. El Padre de nuestra Nacionalidad Juan Pablo Duarte nunca dudó expresar su admiración por el pueblo haitiano y por su revolución, siempre convencido de que ambos Estados nacionales podían vivir en paz dentro de sus respectivos límites territoriales en la isla de Santo Domingo, idea que fue expresada por él en distintas ocasiones. Esta predica de nuestro más grande Patricio trazó nuestra conducta histórica hasta nuestros días.
En el trabajo publicado en el Boletín del Archivo General de la Nación más arriba citado, se presenta un cruel ejemplo del anti haitianismo de Santana: “Vallón Simón era un haitiano que juró nuestra bandera (muchos hicieron lo mismo a partir de 1844) fue declarado traidor por ser contrario a Santana y este lo condenó a muerte aplicándole el art. 210 de la constitución vigente. Muchos, ante la injusta condena tratan de salvarle la vida “Vallón Simón es haitiano pero es un hombre” claman sus defensores. Pero no obstante la manifiesta injusticia se ejecuta la sentencia de muerte contra Vallón Simón, víctima de los azares de la guerra. Otra vez en el choque de las ideas liberales contra las conservadoras, el triunfo se inclina al lado de la fuerza.”

Las ideas liberales que en el nacimiento de la república alimentaron y sustentaron una parte de aquellos jóvenes fundadores de la sociedad secreta “La Trinitaria” sucumbieron ante la fuerza y el avance arrollador de los hateros dueños de la economía que compartieron el poder con los haitianos por 22 años y que luchaban por la separación de Haití con el único propósito de proteger sus intereses bajo el manto de un poder extranjero que mantuviera a raya las pretensiones de “ una e indivisible” del vecino estado.

Después, vemos el sacrificio que rindió nuestro pueblo hasta lograr su segunda independencia (1861-1865), empresa nuevamente liderada por la burguesía ya más fortalecida y organizada en el Partido Azul presidido por Gregorio Luperón, pero, estos ideales son traicionados y conculcados de nuevo; y el poder es entregado al otro de los representante del caudillismo autoritario: Buenaventura Báez, que es desalojado de la presidencia de la república tras seis años de duras batallas (1868- 1874 ) y cuando el partido Azul logra mediante elecciones tomar las riendas del poder e intentar algunos ensayos de gobiernos liberales, aparece la debilidad y falta de entendimiento, nace la división entre ellos y de todo este malestar surge un nuevo caudillo, el general Ulises Hereaux ( Lilis) miembro prominente de ese partido y prócer de la restauración, que se apodera del gobierno apoyado por fuerzas del partido azul y otras fuerzas extra partidarias como lo era el poderoso partido Rojo e instaura una de las tiranías más crueles que llenó de luto y dolor al pueblo dominicano.
Quedando de manifiesto la inconsistencia la inmadurez y la falta de unidad que padecía nuestra clase burguesa, que la inhabilitó para tomar las riendas de un país ignaro con la mayoría de sus habitantes analfabetas y campesinos, que solo actuaban con fe ciega y devoción por el caudillo.

Y es así como contemplamos impasibles en el tránsito del tortuoso camino que recorre nuestra evolución histórica un desfile de Adalides, Caudillos y dictadores, amos y señores de un Estado con tan débiles instituciones, adulados por la ignorancia del pueblo que los reconoció con títulos tan ridículos como: El “Pacificador de la Patria” o “El Benefactor de la Patria y Padre de la Patria Nueva” y otros tantos, no menos ridículos.
El pueblo dominicano inició a partir del año 1821 con la proclamación de La Independencia Efímera por Don José Núñez de Cáceres un proceso de solides y fortalecimiento de la conciencia nacional que culminó el 27 de febrero del año 1844. Proceso que experimentó con la anexión a España en 1861-1865 y las dos invasiones del imperio norteamericano la primera en el 1916 y la segunda en el 1965, duras pruebas de las cuales surgió mucho más claro y fortalecido nuestro concepto de Patria y de Nación.
Ahora, en esta etapa histórica presente nos toca luchar porque las distintas clases y grupos que conforman la sociedad dominicana desarrollen el patrimonio económico común en un ambiente de equidad y de justicia , que nos convirtamos en fieles guardianes de nuestra cultura, para que conservemos a las generaciones por venir un hogar ecológicamente sano, moralmente justo, y económicamente fuerte.
No existe otra manera de materializar esas aspiraciones que no sea con el trabajo arduo bajo un clima de libertad y democracia, de igualdad y respeto a los derechos ciudadanos en procura de ir trillando el camino del gran ideal nacional.
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lunes, 12 de marzo de 2012




EL 13 DE MARZO DEL AÑO 1844:
UNA FECHA MEMORABLE
Wilson A. Acosta S.
No me cansaré de ponderar los aportes y los admirables sacrificios que la población de nuestro Sur profundo rindió en aquellas épicas jornadas que precedieron a la proclamación de la independencia o la separación de los dominicanos de la República de Haití.

Neiba constituía para esa época sin lugar a dudas uno de los núcleos sociales de mayor importancia de aquellas poblaciones, que se hallaban enclavadas en todo el trayecto que va de la frontera con Haití hasta sus límites territoriales con la ciudad de Azua, que fungía como el pueblo con más categoría, de más edad en la región, y comprendía bajo su jurisdicción a toda esa amplia franja del Suroeste que llega hasta la hoy provincia de Independencia, y más al norte hasta San Juan de la Maguana.

Fueron las familias azuanas las que en el siglo XV111 por mandato de la Real Audiencia de la Colonia fundaron todos estos pueblos que adquirieron categoría de Villas o Parroquias ,dándose después en ellos una lenta pero efectiva simbiosis que integró a todos los habitantes que se negaron abandonar la región cuando fue declarada y ejecutada la devastación en los años de 1606, 1608 a 1612, manteniéndose contra viento y marea, desafiando la autoridad de la Metrópoli, prosiguiendo sus relaciones de negocios con los habitantes de la próspera colonia del oeste de la isla.

Un Neybero ilustre Don Tomás Bobadilla y Briones fue el autor del manifiesto del 16 de enero del año 1844 que circuló por todo el territorio nacional exponiendo los motivos fundamentales de la lucha por la independencia, documento que fungió como una constitución provisional, hasta que el 6 de noviembre fue votada la primera constitución por los constituyentes reunidos en la ciudad de San Cristóbal, en la que el genio de Bobadilla junto a otros pro-hombres dominicanos se ocuparon de su elaboración dada su experiencia constitucional reciente, adquirida en la asamblea constituyente de Puerto Príncipe, que redactó la primera constitución liberal de Haití a fines de 1843 . Además de todo lo anterior, hay que resaltar la influencia que ejercían sobre el pensamiento de nuestros patriotas la constitución de los Estados Unidos de América de 1787, las primeras constituciones de la República Francesa y la constitución de Cádiz de 1812. Todos estos ejemplos fueron referentes para su elaboración.

No obstante, el modelo más influyente fue la constitución de Haití de 1843, pues, varios constituyentes dominicanos habían sido miembros de dicha asamblea que se reunió en Puerto Príncipe, y compartieron el sentimiento liberal de esos revolucionarios haitianos, junto a los cuales conspiraron y derrocaron el gobierno absolutista de Boyer.

La proclamación de la independencia constituyo un parto sin dolor, no fue antecedida por cruentos enfrentamientos o combates bélicos, en eso, si no ha sido la única en hacerlo, ha de formar parte de un reducido núcleo de países. Los dolores y los enfrentamientos bélicos fueron posteriores, le precedieron. Entonces la frontera del sur de la república recién creada se convirtió en el escenario de los hechos heroicos más extraordinarios. Los sureños jamás permitieron al mil veces superior ejército haitiano traspasar los linderos de Azua, donde llegaban exhaustos y diezmados por una guerrilla auxiliada por el amplio conocimiento que poseían sus capitanes de nuestro terreno, propicio a las emboscadas. No se les dio tregua, sembrando el camino de cadáveres, haciendo surgir en el invasor el derrotismo y la desmoralización.

Consumado el hecho de la proclamación de la independencia, decididos los haitianos a recuperar la autoridad y restablecer el orden y el dominio perdido sobre la parte Este de la isla, el presidente Charles Herad atraviesa la frontera con tres grandes Divisiones de su ejército, una al mando del general Souffrount que siguió el camino de Neyba bordeando el Lago Enriquillo, cuya avanzada estaba al mando del general Augusto Brouard. Esta fuerza tenía como finalidad unirse con las tropas comandadas por el propio presidente charles Herad que avanzaban desde San Juan de la Maguana; las fuerzas que avanzaban por la frontera norte convergerían en la ciudad de Santo Domingo con los cuerpos de ejército que entraron por el sur y que debían tomar la capital.

Pero, la historia se explica por sí misma, esos planes fueron frustrados por la valentía y la determinación de los dominicanos.
El 13 de marzo del año 1844 se da la primera acción de armas contra Haití. En un paraje conocido como “La Fuente del Rodeo” (futuro fundo del legendario general Pablo Ramírez (a) Pablo Mama) Fernando Tavera, uno de los Neyberos firmante del Acta de Independencia, enfrentó a los haitianos después de haberlos sometido a constante hostigamiento, con las guerrillas bajo su mando, desde el momento en que pisaron nuestro territorio.
Fue esta la primera acción de armas contra Haití, allí se derramó la sangre generosa de Fernando Tavera que en su empeño por abatir al General Augusto Brouad recibió una herida de gravedad de la cual salvó la vida milagrosamente. El pantano, la Fuente y las espinas fueron aliados definitivos en defensa de nuestros soldados pobremente armados y con poca instrucción militar.

Dice Don Freddy Prestol Castillo en un hermoso trabajo histórico publicado hace décadas en el periódico “LISTÍN DIARIO” con el título de” PATRIA, HOMBRES Y ESPINAS”, que:
“Los hijos de NEYBA demostraron el valor de siempre. Y el pantano se puso rojo. Después de la acción, y cuando HAITÍ se dio a la fuga, en desesperada retirada, el ojo de agua del pantano quedaba rojo como el de los borrachos. Primera página de nuestro coraje. Primer laurel del hato de EL RODEO, cuyas reses a partir de ese día, oirán los estampidos de nuevos combates años después, cuando sobre su mismo ámbito, los dominicanos mal armados, combatirían contra el Duque de Leogane, y finalmente contra los españoles en LA CANELA.
Pudo así –prosigue el insigne escritor – HAITI al amparo del mayor número de tropas, y merced al excelente parque, aplastar el esfuerzo de los de NEYBA, antesala de la acción de AZUA, y amenaza la ciudad heroica e ilustre donde vivió HERNÁN CORTÉZ”…
Sin ánimo de disentir o de tomar partido en la calificación de “ESCARAMUSA o de BATALLA” como algunos han calificado indistintamente la acción de EL RODEO, su gran mérito reposa, haciendo abstracción del sacrificio y patriotismo del Neybero, en ser esta la primera acción de guerra por la independencia en que se derramó sangre dominicana, SANGRE que brotó de las venas venerandas de FERNANDO TAVERA, por lo que es conocida en los anales de nuestros fastos como “EL BAUTISMO DE SANGRE”……….
Fue de tanta significación la ayuda que las espinas, piedras, guasábaras y cactus dieron a las guerrillas neyberas, que según Don Fredyy Prestol Castillo, después de este acontecimiento, cuando el vecino occidental amenazaba con invadir nuevamente el país en su empeño de unificar la isla bajo su dirección política, surgía el CANTOR ANÓNIMO DEL VALLE DE NEYBA para dejar oír “su canto altanero al son del clásico Tiple”. Y decía así:


De Yacomelo a los cayos
Pusién una guarnición
Y pa’ su mejor ocasión
Baján a jugá su gallo

Muy imposible lo jallo
De volver aquí, perecen,
O se tragan las espinas!
Y cantó el gallo e Molina
Que en su cantar nos ofrece
Que volverá a los tres meses
A recoger sus gallinas.

Y se pregunta el Autor: “¿Hubo traiciones en aquella guerra?” “Historiadores y especialistas dirán lo de lugar, pero la amenaza para traidores o invasores es la misma: ¡LAS ESPINAS!”
Lo que se deduce de las estrofas siguientes es que algunos malos dominicanos, prefiriendo aquella nacionalidad, decidieron marcharse a HAITI, haciendo causa común con los invasores que nos habían gobernado por 22 años, y a juzgar por la expresión del cantor, hubo tanta prisa en la huida que no tuvieron tiempo para recoger sus gallinas………..

¿Que diremo mis amigos
Con estos dominicanos
Que se han dio a lo haitiano
Buscando mejor abrigo
De Dio tendrán su castigo
Y en NEYBA con las espinas

Por su traición tan indina
En la vida volverán
Y si pisan en GUZMAN
Cantó el gallo e’ Molina
Volverán a los tres meses
A recoger sus gallinas.


Expresa el historiador Emilio Rodriguez Demorizi en su obra " Santana y Los Poetas de su Tiempo", que en el Sur de la república después de las jornadas del 13 y del 19 de Marzo se cantaron Coplas compuestas por el Cantor Anónimo. Veamos las siguientes:


Valientes dominicanos
vamos todos a pelear
para defender la Patria
y ganar la libertad.

Allí pereció Sansón
con todos sus filisteos
así perecerán de haití
esos negros bandoleros.

Dice Turpén Ponsoñé
que a Neyba no vuelve má
porque la tropa e' Santana
no ha dejao¨ni un mañé

Dice Turpén Ponsoñé
que en Neyba clava la espuela
porque la tropa e´Santana
es brava como candela


Tiempos atrás estas fechas eran recordadas con profundo respeto y sentimiento patrio, las autoridades gubernamentales, las escuelas e instituciones civiles, se unían en actos y manifestaciones oficiales y populares, y la exhibición de la bandera nacional se hacía obligatoria en todos los frentes de las casas y edificaciones privadas o públicas.

En las escuelas de entonces se estimulaba al niño desde sus primeros años al conocimiento de la historia. Y el interés de formar ciudadanos conscientes se iniciaba en los primeros cursos de la Escuela Primaria con la prédica de los maestros, que nos hacían saber desde un principio que vivíamos en una isla, nos enseñaban a dibujarla y a separarnos en ella de la parte oeste que ocupa la república de HAITI . Aprendimos que ellos, los haitianos, nos gobernaron por 22 años y que tres grandes hombres padres de nuestra patria nos liberaron de ese yugo junto a otros grandes líderes, apoyados por el pueblo, que ofrendaron sus bienes y su sangre por la separación, por lo que constituía un deber guardar eterno agradecimiento, amor y respeto a su memoria.

Nos instruían sobre el triste destino de nuestros aborígenes exterminados por la crueldad del régimen político y económico de explotación esclavista de los conquistadores, enseñándonos a discernir esas tradiciones. Los relatos del trágico fin de Anacaona, el martirio de Caonabo y la lucha desigual librada por Enriquillo fueron episodios muchas veces comentados en las horas de clase……
¡Nos enseñaron a conocer y amar a la patria! ¡Nos inculcaron el sentimiento de respeto por sus símbolos!: El himno, el Escudo, la Bandera. ¡Cantábamos a la Patria a sus héroes y a sus heroínas!
Hoy soplan otros vientos, y hay quienes piensan que si se mantiene el camino que trillamos, habrá que redefinir la significación de los conceptos tradicionales de Patria de Ciudadano y de Nación.

El individualismo extremo y el hedonismo cirenaico han cautivado la mente y las aspiraciones de una parte significativa de nuestra sociedad y ese ejemplo se expande como una epidemia.

Para muchos, ser nacionalista, amar la Patria y honrar los héroes, es una herencia o atavismo que se debe superar…
Entendemos nosotros que tanto los líderes de la nación como las instituciones del gobierno, deben retomar la educación cívica en las escuelas, poner énfasis en la enseñanza de la historia de nuestro país a niños y jóvenes, como único recurso para crear conciencia ciudadana en nuestros futuros hombres y mujeres, para que estos entiendan que nuestra patria es el fruto del sacrificio de las pasadas generaciones y que este legado tenemos el deber de conservarlo, sin permitir jamás que se nos contamine con las influencias perniciosas que arrastran esos vientos que hoy soplan amenazando nuestra identidad.



UN SUEÑO IMPOSIBLE

WILSON A. ACOSTA S.


Después que el sol se refugió en tus ojos
Y la noche obscura se derramó íntegra
En el ancho pañolón de tus cabellos
Después que tu altivez sonrojó mis reclamos
Desahuciando el amor que te ofrecía
He perdido la ilusión de esos días a tu lado
He quedado sin fe, abandonado,
Perdido en el insomnio de las noches
De una vida sin sueños
¡Huérfano de tus ensueños!

Suelo ver el fulgor de las estrellas
Cuando miro tu boca semi-abierta
Insaciable de amores,
húmedos labios por tantos besos dados
Cual roja herida, reciente... …fresca
Que desangra en los atardeceres
De tibias luces y rosas mortecinas

He enloquecido, por el vehemente deseo
De morir en la utopia de tu horizonte
Que cabalga sin rumbo en el capricho
Que se ofrece sin fe
Que brama como un mar enfurecido
Como un toro de lidia en mis entrañas
Burlado por la ágil capa del torero
Preludiando el final
¡Mensajera de dolor y muerte!

Cuando las sinuosas olas
Que moldearon tu cintura breve
Te vistieron de gala
Y el bravo mar de tu cuerpo cerril
Desplegó su egoísmo por calles, por aceras
Por veredas por parques y alamedas
El deseo de tenerte
Que atormento con puñales mi delirio
Agonizó impotente como animal en celo
¡Despreciado!

¡Me pareció tan lejos tu mirada!,
¡Tan cerca sus efluvios!
¡Tan imposible el poder retenerla!
Que entonces comprendí mi inútil pena.

¿Quién plantó con esmero,
Las voluptuosas rosas en tu pecho
Erguidas y redondas
cual dos inmensas lunas
Mirando desde el cenit
todo el mundo a sus pies
Rendido y derrotado?

No vuelvas a mirarme
con tus soles ardientes
¡Dame el negro pañuelo de tu pelo!
¡Quiero soñar tu noche,
me conformo con eso ¡


martes, 7 de febrero de 2012





BUSCANDO A DIOS

W.A.A.S.
(Un Poema para Flavio Manuel)

Debo tomar del agua
Que rauda se desliza
Por la pendiente añeja
Que trae el largo cause
De la montaña al mar

Y del mar a las nubes
Y de las altas nubes a la tierra
De ese inhóspito cielo
que la humana ignorancia
Confunde con la morada de los dioses

¡Sólo el agua es morada de Dios!
En sus átomos transita la vida
De la montaña al hombre
Del hombre a la raíz
del árbol que frutece
Del rosal a la espina
De la espina a la carne
del mísero que sufre
Que deambula
por las veredas tristes

Quiero tomar un sorbo
De aquel cáliz sagrado
Que abre de par en par
Las puertas del misterio
Y me moje los labios
con su humedad bendita
Y me deje por siempre
en las entrañas
La divina acritud
de ese bautismo eterno

¡No es eterna la canción
del aire entre los pétalos!
¡No es eterna la rosa!
En los planes de Dios
no existió eso

Solo el amor con ansias de eternidad
ha de llorar con sus propias lágrimas
Y tras la última gota de esas lágrimas
Entonará el aire su canción inédita

Renovando el dolor que ocasionó la herida
en el costado izquierdo del Maestro
Su tortura en la cruz ¡y esas espinas!

lunes, 6 de febrero de 2012


s
UN DESALOJO “SUI GENERIS”
(Recuerdos de mi niñez)
WILSON Acosta Sosa

Es una costumbre inveterada que permanece aún en los pueblos y campos de nuestro Sur querido que las familias pobres posean en sus casas y en sus predios del campo dos, tres o más perros “criollos “de estirpe “realenga” flacos hasta los huesos, patas largas y ligeras, pelo corto color tierra, capaces de perseguir por horas su presa y con una cualidad en especial que los carácteriza: ¡EL ESCÁNDALO! Basta con que uno ladre para que se alborote el vecindario con una horrible discordancia de ladridos que se derrama como un contagio por todos los rincones del lugar…
Estos animalitos suelen tener doble vida: desde la mañana hasta las últimas horas de la tarde son mansos y dóciles, se la pasan araganeando preferiblemente en los alrededores del fogón o la cocina donde se preparan los alimentos, pero al caer la noche, cuando el poblado decide descansar de la faena diaria, por alguna razón se apodera de ellos el instinto animal en sumo grado, se aguzan sus sentidos y entran en un estado de permanente vigilia, se tornan propensos al ataque.

Se unen en pandillas, se agreden unos a otros y casi siempre se dedican a caminar tras de las hembras en celo que son olfateadas a distancias increíbles. Suelen ir tras la carroña de algún animal muerto, desapareciendo por días, para después regresar heridos y maltrechos como si hubiesen estado en un campo de batalla donde libraran una guerra a muerte…
Otros son centinelas en las noches, posesionados del frente de las casas la pasan sin dormir importunando y persiguiendo a todas las personas que por alguna razón deben transitar en altas horas las calles solitarias, estos perros parecen ser soldados entrenados, forman un frente inexpugnable que con dificultad un hombre solo puede franquear ¡ Atentos siempre al más mínimo movimiento!

Fue por eso que aquella madrugada del año 1954 cuando la estridencia del ruido inusual de un viejo vehículo de motor interrumpió la tranquilidad del Barrio de Mejoramiento Social de Neyba, no solo alborotó a la jauría que velaba desde la calle el descanso de sus amos y que decidió perseguirlo con vehemencia, sino que, tambien despertó y desveló a niños y adultos que asustados y sorprendidos escucharon voces de personas trasnochadas que pedían con insistencia la entrega de su casa, por lo que al final comprendió el vecindario que alguien había preferido las horas de la madrugada para realizar su mudanza, y que la consumación de esta les era impedida con una actitud de violencia por una persona .….
Mudarse de madrugada no era muy raro en aquellos tiempos de suprema pobreza, pero tambien de mucha dignidad, es mejor y más sincero decir que era habitual, ya que en ese entonces las familias preferían esas horas del descanso para así evitar la exposición al público de sus desvencijados enceres domésticos o como decían los mayores: “la exposición al público de su vergüenza”
. Aquellos perros famélicos del vecindario acompañaron con sus ladridos los requerimientos hechos por la familia propietaria de la casa al inquilino que con anterioridad a ese día había sido conminado a desocuparla y que prevalido de su investidura de funcionario judicial se negaba rotundamente a cumplir la palabra empeñada…
Los propietarios indignados decidieron acomodar la mudanza en la acera y la galería de la casa disponiéndose a permanecer allí hasta lograr su objetivo…………...
Resulta que en el año 1951 el gobierno de Trujillo ordenó la construcción de unas cincuenta casas o chalet para entregarlas a aquellas familias que no poseían casa propia. Fueron asignadas bajo contrato con el Estado Dominicano, exigiéndoseles a los beneficiarios que fueran familias unidas por el vínculo del matrimonio, con cierta solvencia económica que les permitiera pagar cuotas de doce pesos mensuales por las residencias de tipo A y diez pesos por las de tipo B, estas fueron declaradas como bien de familia con el interés de su protección y seguridad. La pobreza del medio determinó que en algunos de los solicitantes se obviara la exigencia relativa a la solvencia económica…Al cabo de un tiempo el gobierno las donó.
El jefe de la familia a que hacemos referencia en esta narración era un empleado de tercera categoría que había procreado con su esposa si mal no recuerdo seis o siete hijos, su estatus de empleado público le permitió calificar para la adquisición de una de las casas en cuestión.
No pasaron tres meses de su instalación en su flamante residencia cuando dicho señor, cosa que era común para la época, fue trasladado a otro pueblo del Sur por lo que alquiló la casa recién adquirida al funcionario judicial, que además, era soltero; tan pronto ultimó todos los detalles de esta operación partió con su familia al pueblo donde debía prestar sus servicios, entendiendo que le resultaba más económico solventar los gastos de la familia todos juntos. Los salarios que pagaba el Estado eran muy bajos y a Trujillo no se le podía renunciar so pena de ser declarado desafecto al régimen.
Esa madrugada aciaga nuestro hombre regresaba cancelado, derrotado, con la esperanza de que aquel inquilino al que le atribuía cualidades de ecuanimidad y de sensatez se apiadara de él y le entregara su vivienda.
Ya al llegar la tarde, cuando las quejas y las súplicas parecían inútiles y comenzaba la desesperanza a minar voluntades ante la tozuda y prepotente actitud de aquel energúmeno e insensible ser humano, de gran estatura, de tés negra, con un extravió en uno de sus ojos que le daba la apariencia de ser “tuerto”, hizo su aparición, cual Ángel caído del cielo, la abuela de aquella pobre familia dispuesta a intervenir en la tragedia.
Trajo consigo la buena mujer un arma de ataque que resultó letal, tan letal que todo el vecindario entendió que fue preconcebida, llevada con toda la premeditación a aquel escenario, y no fruto de la improvisación…………..
Alzó sus brazos como si clamara al cielo y en voz alta, con la intención de que fuera oída por todos los habitantes del barrio comenzó a decir:
¡Ay Trujillo si tú vieras esto! ¡ El atropello que un funcionario nada más y nada menos que de la justicia está cometiendo en contra de una infeliz madre de familia llena de hijos ¡
¡Quieren despojarle de la casa que usted le regaló!
¡Trujillo, alguien tendrá que decirte esto!
¡Tú le diste la casa y este señor se la quiere quitar!
¡Ay Trujillo, ven para que veas esto!
La señora se detenía en su discurso por momentos para dirigirse a sus nietos y les decía: ¡Mis hijos, digan viva Trujillo!
Los niños a coro repetían ¡viva Trujillo! ¡Viva Trujillo! Y a estos, comenzaron a unírseles las voces de casi todos los niños del barrio haciendo causa común con ellos……
Y todos al unísono, a cada petición de la dama exclamaban ¡Viva Trujillo! ¡Vivaaaaaa!
Entonces como por arte de magia el otrora señor de horca y cuchillo sufre una súbita transformación, se inquieta y el miedo se refleja en su rostro, no contaba con la sabia salida de la señora que en su retórica involucró al Benefactor de la Patria nombrándolo juez del asunto.
¡Por favor señora cállese! Exclama medio muerto de miedo . ¡Ya voy a entregarle la casa! ¡Señora no mencione al jefe en esto! ¡Ya esto se acabó!
En un santiamén el funcionario saca de la casa una pequeña cama tipo “Colombina”, una silla, una mesa rústica, su toga, sus códigos, una maleta, y haciendo entrega de la llave a la señora, contrató a un joven de los presentes para que le ayudara a transportarlos hacia el Hotel del pueblo que entonces subsistía por una subvención que le asignó el gobierno.
Iba como alma que lleva el diablo, tratando de alejarse lo más rápido posible de aquel escenario donde se invocaba el nombre de Trujillo en su contra……………..

Todos temían a Trujillo, y esas peligrosas palabras de la anciana le pusieron la piel de gallina, provocando que los escasos pelos de su negra anatomía se erizaran a causa del terror que le dominaba.
En el frente de la casa quedó la muchachada todavía exclamando vivas a Trujillo…… Mientras tanto, los perros del barrio que parecían adivinar el feliz desenlace, ahogaban con sus ladridos la alegría de todo el vecindario.
¡El desalojo había sido consumado!