lunes, 17 de agosto de 2009

El Viaje

Como hoy he de partir, deja una luz encendida en el umbral. Y no la olvides. Por si regreso tarde, y al llegar amor, ya estés dormida.
Es que el dolor de la rosa y su mustio perfume, podrían retardar mi regreso.
En la mañana mojada de roció la asistiré. ¡Quien pudiera salvarla!
Mas ahora, la agonía de la tarde amenaza…La inminente oscuridad acecha. Y me obliga asistirla en sus últimos instantes. ¡Nada podría evitarlo!
Debo partir y no olvides encender el fanal. Porque al final
La agonía de la tarde, y estos últimos instantes de la rosa pasarán.




Y he de regresar en pos de ti, ya que tu amor reclama con llanto mi regreso.
¡Vivir por amor en tu regazo es mi destino! ¡No lo olvides mujer!
Deja la lámpara en el piso a media luz, porque devoraré distancias.
Sueña si duermes que ya estoy contigo. No permitas que una ráfaga aleve derrote la esperanza.
Vela por ella, alimenta esa luz,por si es de noche y el sueño te domina.

Que a mi regreso, pueda yo contemplarte... Embriagarte de amor.
Y dormirme contigo.




Wilson A. Acosta Sosa

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