lunes, 24 de septiembre de 2012
CONFESIÓN
W. Acosta Sosa
Te lo diré al oído, sí, te lo diré muy quedo
Para que nadie pueda al escucharlo
Descifrar el rumor de lo prohibido
De lo que yo disfruto en soledad
Soñándome contigo
Te contaré la historia del astro solitario
Que se apagó la noche del tormento bajo el oscuro cielo
Sin lunas, sin luciérnagas, sin palabras ni estrellas
Abrazando con fe la loca desnudez de mis recuerdos
Confesándome huérfano de tus amores
Anclado en el deseo de tu cuerpo tenue, hermoso
De tus cabellos rizos como ondas marinas
Siempre atado a la escalera de tus besos
Soñándome contigo
Que nadie sepa nada
Que no asome a tu boca la palabra
Que contamine este secreto nuestro
Que oculte tu corazón el sentimiento
Cuando el rumor de mi voz llegue a tu oído
Y te llene de ese amor que haz descreído
Y sepas del dolor que yo he sufrido
Aquella negra noche de tormento
Soñándome contigo
Antes que se recoja el obscuro pañuelo
de esta madrugada y un rayito de sol,
dorado, tibio, pregone sus colores en tu pelo
Antes de eso, quiero vivir la quimera de tus besos
La ilusión de tus brazos atándose a mi cuello
Te pido por favor que no destroces
Las transparencias de esos ojos buenos
Perdidos en la ruta de la noche
En busca de las huellas de tu alma
Te pido por favor no abandones el sueño
Que despierto yo he vivido en este mundo
De mudas confesiones y de recuerdos tristes…
Después sumiso, sin ocultar el rostro
Aunque ya no te importe
Cuando muera la noche
Cegada por la luz del sol naciente
Te contaré la historia
Aunque ya no lo quieras
Te la diré al oído tozudo como siempre
Para que nadie sepa ni sospeche
¡Cuanto yo te he soñado!
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