miércoles, 26 de enero de 2011




DUARTE: PADRE DE LA PATRIA



Wilson Acosta S.

Este 26 de enero conmemoramos el 198 aniversario del natalicio de JUAN PABLO DUARTE. No son muy pocos los años transcurridos si los traducimos en términos de evolución social. Ahora bien, ellos representan tambien varias generaciones pasadas de dominicanos y de dominicanas. DUARTE nació en una época convulsa de nuestra historia, cuando nuestro pueblo mudaba los primeros pasos en su camino hacia la adquisición de un sentimiento de nacionalidad que aún no se definía. Se debatía esta idea entre el nacionalismo, o más que nacionalismo, el apego natural de esos criollos descendientes directos y por tanto herederos naturales o legítimos, de aquellos españoles y de su nacionalidad, que nos colonizaron: y la de los habitantes numéricamente mayoritarios, que al nacer de la mixtura de blancos negros y un poco de aborigen , comenzaron a crear su propia cultura y por ende a sentir cierto apego por la tierra y el clima insular. Moldeando un pensamiento y una forma de vida localista, que los iba convirtiendo en la base inicial de la futura nación dominicana.


Duarte fue un hombre iluminado cuyo pensamiento su prédica constante y su ardua lucha constituyeron tema fundamental de nuestro pasado glorioso y que es también tema inagotable para el presente. Porque es en nuestros días cuando ese ideal, que lo convirtió en su paso por la vida en un ser de excepción, ha de ser mayormente comprendido y apreciado en su justa dimensión y valor por los dominicanos.


Duarte no transigió en su idea de independencia pura y simple que siempre quiso para su país. Estuvo permanentemente enfrentado con los intereses particulares de los distintos grupos sociales económicos y políticos que luchaban por la separación de Haití pero exhibiendo o cubriéndose al mismo tiempo con un nacionalismo mediatizado y conservador que aspiraba la protección de una potencia extranjera, preferiblemente España, que les asegurara su permanencia en la supremacía como clase dominante de aquella sociedad .



No obstante el Patricio estar plenamente apercibido de la gran diferencia de objetivos entre aquellos grupos conservadores y dominadores de la sociedad económica y política y de las aspiraciones de los miembros de la Trinitaria, realizó grandes alianzas tácticas con ellos. Pasando por el movimiento de La Reforma en el año de 1843 que derrocó al presidente BOYER hasta la unión con SANTANA, BAEZ, CAMINERO Y TOMÁS BOBADILLA, en busca de la consecución de las metas superiores que se impuso en su cruzada por la INDEPENDENCIA.


Se ha dicho que las mentes preclaras dedicadas a escribir sobre DUARTE lo hicieron con tanta veneración y lo idealizaron tanto que sin proponérselo lograron convertirlo en una figura etérea, alejada del verdadero hombre que fue. Hicieron pues muy difícil que conociéramos la definición humana de su personalidad de su liderazgo y su entereza como precursor y líder indiscutido del movimiento independentista de la nación dominicana.



Las ideas libertarias de DUARTE representaron y representan el patrimonio común de la nación que emergía en pos de su identificación como conglomerado social en el camino de su independencia y de un destino propio que hoy todavía transitamos. Sin intromisiones foráneas, libres no solo de HAITÍ sino de cualquier otra nación por poderosa que esta fuese. ESA FUE SU PRINCIPAL PROPUESTA.


DUARTE fue es y seguirá siendo el referente moral y ético. El Padre de la Patria y creador de nuestra Nacionalidad. Que también predicó la ruptura definitiva de las ataduras colonialistas, a la vez que enfrentó el conservadurismo Hatero que nos sujetaba a la injusticia y a la discriminación a que nos sometía el sistema imperante.


Hoy vivimos momentos definitorios en el panorama social político y económico del mundo. Los avances científicos y tecnológicos han convertido el globo terráqueo en una simple aldea.

LA GLOBALIZACIÓN tiende a unificar cada día más un mundo que está plagado de enormes y graves diferencias entre sus habitantes, víctimas de la deshumanización que acarrea la diferencia abismal entre el super desarrollo de algunos y la indigencia de otros.


Es por tanto un imperativo para el presente y el futuro de los dominicanos asumir y aferrarnos a la prédica positiva de ese hombre que nos legó la PATRIA. Su amor y su entrega serán siempre fuente de inspiración y referencia para los líderes que hoy dirigen nuestra sociedad. Debemos unirnos por el desarrollo y progreso material y espiritual del país. Entendemos que como lo soñó el Padre de la Nacionalidad , la Ley debe ser el rasero con que debe medirse a todos por igual sin distingo de posición económica o clase social.

La transparencia y la justicia deben ser el crisol a través de los cuales ha de observarse y calificarse el permanente accionar ciudadano.

El ejemplo de vida de ese ilustre dominicano ha de servir de guía a estas generaciones. Su entrega, su humildad y su sincero desinterés por la gloria personal, prefiriendo el auto-exilio a verse inmerso en la vorágine de los anti patrióticos planes que en alocado acontecer político arrastró inevitablemente a los hombres que junto a él crearon el sueño de La pura y simple, constituyeron valores inviolables que no le permitieron inmiscuirse en esas querellas fratricidas. Su respeto por la Ley y la Legitimidad lo hizo renegar del poder por medios que no fuesen los que indicara la CONSTITUCION y LAS LEYES.



El mensaje de DUARTE a los DOMINICANOS, aun espera por su comprensión, por su entendimiento y su difusión en escuelas y plazas, en los hogares y en las calles, para que el pueblo conozca de una vez por todas de su inmortal pensamiento, lo más significativo y trascendental.

1 comentario:

  1. Wilson,

    Por la larga ausencia de mis comentarios puedes pensar que no te sigo con interés. Sin embargo leo tus artículos y tus poemas y quisiera que publicaras con mayor frecuencia para nuestro deleite.

    Felicidades y creo que dentro de poco tiempo tendrás material para preparar algún ensayo.

    Exitos y abrazos sinceros.

    Hector Montero.

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