lunes, 13 de agosto de 2012
EN EL CEMENTERIO DE MI PUEBLO
Al alma de mi Padre
W.A.A.S.-
No imaginé tan cruel y despiadada
La tierra seca de tu cementerio
Hasta que ayer deposité en tu lecho
Una flor del jardín que frecuentabas
Cuando vivías feliz entre nosotros
Este encuentro contigo me estremece
Ante el misterio de lo desconocido
Descubrir que las hojas siempre mueren
Aunque la lluvia se caiga a raudales
Sobre esta tierra repartiendo vida
Desde ese cielo tan alto y oprimido.
Porque nadie puede detener el viento
ni recoger la leche derramada, fue que
tu alma blanca claudicó al reclamo
del destino inexorable que no cede
Al contemplarte en soledad y desamparo,
Inmóvil y resignada, como un Angel
En el lienzo de un genial artista
No pude más que trémulo decirte:
¿Por qué descansas tan cercano al sol?
Sus rayos reverberan, sobre
las grises y solitarias tumbas
Construidas de piedra y de cemento
Que custodian las viejas osamentas,
que un día, al polvo volverán
¡Pobres difuntos que ansiosos solo esperan
por las oscuras sombras de la noche
para librarse del severo castigo
de esa lámpara encendida de calor!
Ahora tú yaces sobre la tierra blanca
Desnuda de arboles, carente de verdor
Tú que dejaste frondas y colores
Y que pintaste en vida ruiseñores
En los hermosos y húmedos caminos
Aliviando de los tuyos el dolor
Tú que colmaste los espacios de tu casa
Ofrendando madrigales a tus rosas
Alimentando sus raíces con tu amor
¡Pero es tan frágil y sensible la vida!
¡Pobre alma mia! Tan sola y tan perdida,
Bajo la hierba seca
En este terraplén desguarnecida,
Si yo pudiera te rescataría
Pero la Parca te golpeó a traición
Rodaste fulminada y al instante
La tierra hambrienta distendió sus fauces
Y en su rapto te hizo prisionera
¡Oh alma mía, del mítico Seol!
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